La Iglesia rrechaza alargar la vida de forma artificial

La Iglesia católica catalana ha elaborado un documento que recoge los contenidos del testamento vital, aprobado hace 10 años por la Conferencia Episcopal Española, y los adapta a la ley del Parlament. El llamado Documento de Voluntades Anticipadas pide que los médicos no mantengan al paciente 'con vida por medio de tratamientos desproporcionados y extraordinarios' y 'que no le prolonguen abusivamente su proceso de muerte'.

La Ley sobre el Testamento Vital, aprobada en diciembre de 2000, establece, entre otras cuestiones, la necesidad de una confirmación ante notario o ante tres testigos de la voluntad de que no se prolongue la vida. Por ello, la reforma del Documento de Voluntades Anticipadas de la Iglesia incluye la firma de tres personas, dos de las cuales no pueden tener parentesco o relación patrimonial con el paciente. El texto es vinculante y debe entregarse al hospital donde la persona es atendida para incorporarlo a su historial clínico.

'No se trata de un documento en defensa de la eutanasia activa y radical', aclara el delegado de la Pastoral de la Salud, Josep Maria Forcada, sino 'sólo de un texto en el que el paciente pide que no le alarguen innecesariamente la vida cuando no hay ninguna posibilidad de curación. No estamos de acuerdo en alargar la vida sea como sea', añade Forcada, que ha puntualizado que, aunque la Iglesia condena el asesinato y el suicidio, también defiende la necesidad de 'aceptar el fin de la vida con serenidad'. 'Todos conocemos los desgraciados casos de jefes de estado que han sido mantenidos con vida por motivos políticos, pese a que no había posibilidad ninguna de curación', recuerda Forcada.

El documento también pide que se administren al paciente los tratamientos adecuados para paliar su sufrimiento. 'Hay quien piensa que la Iglesia pide a sus fieles que soporten el dolor, pero no es así en todos los casos', precisa. El documento dispone de un anexo en el que el firmante aclara si quiere donar sus órganos.