Los vecinos del centro de Bilbao para toxicómanos se reúnen hoy con el Ayuntamiento

Una delegación de los vecinos de la zona de Bilbao en que se ubica un centro de Cáritas para atender por las noches a toxicómanos se reunirán esta mañana con el concejal de Bienestar Social, Eusebio Melero, para tratar sobre el futuro de este servicio. Cáritas cerró el local el pasado julio, dos semanas después de su apertura ante las continuas protestas del vecindario. 'Nosotros vamos a escuchar, a ver qué nos dice el concejal', explicó ayer Iñaki García, uno de los portavoces vecinales. García reveló también que entregarán al responsable municipal de Bienestar Social 2.000 firmas en contra de la reapertura del centro Hontza (búho, en euskera).

La reunión de hoy llega después de las que el concejal Melero ya mantuvo a finales de agosto con la ararteko, Mertxe Agúndez, y el lunes pasado, con los responsables de Cáritas.

El portavoz vecinal señaló que su postura no ha variado. 'Seguimos pensando que no se puede abrir', indicó García en referencia al local, ubicado en una calle en la que no existen portales, pero sí en las vías paralelas. Aunque el Ayuntamiento apuesta ahora de una manera firme por la reapertura en su ubicación actual y con los mismos servicios que ofreció mientras estuvo abierto, los vecinos recuerdan que el pasado agosto, el alcalde, Iñaki Azkuna, reconoció que el local no se podía 'abrir contra los vecinos'. Y aseguró no estar dispuesto a que, si se reabre, trabajadores y usuarios tengan que 'entrar en el centro con barricadas y policías'.

Movilizaciones

Mientras, los vecinos siguen con sus movilizaciones diarias de protesta, que retomaron el pasado 3 de septiembre tras un corto parón veraniego. Marchan cada día en manifestación a las ocho de la noche desde el muelle de Urazurrutia por la Ribera hasta el puente de la Merced y de regreso a su barrio. Estas movilizaciones obligan a cortar el tráfico durante un buen periodo -la marcha dura más de una hora-, lo que causa un importante colapso circulatorio.

El Ararteko también recalca la necesidad de que exista un lugar donde se atiendan las necesidades básicas de los toxicómanos sin techo que se niegan a utilizar los recursos socio-sanitarios convencionales. Pero fuentes del Defensor del Pueblo de Euskadi recordaron también que, al mismo tiempo, hay que tener en cuenta las demandas de los vecinos. El Ararteko prepara un informe sobre este asunto a raíz de la queja presentada por los vecinos de la zona el pasado mes de julio al abrirse el centro.

Hontza abría sus puertas desde las 10 de la noche hasta las siete de la mañana para dar cobijo a drogodependientes sin techo. El servicio incluye el intercambio de jeringuillas usadas por otras nuevas, además de una pequeña enfermería, duchas, lavadoras y una sala de estar.