Israel invade por tercera noche consecutiva Jenín

El primer ministro israelí ha endurecido en las últimas horas su escalada bélica contra las ciudades palestinas en Cisjordania, lo que ha causado cuatro nuevos muertos y decenas de heridos. La actuación del Ejercito israelí empieza a preocupar a la diplomacia occidental y en particular al ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, quien en unas declaraciones efectuadas ayer a una emisora de radio calificó de 'grave' esta ofensiva militar.

Tanques, vehículos blindados, excavadoras y fuerzas de infantería israelí invadieron ayer por tercera noche consecutiva Jenín, una ciudad palestina de 30.000 habitantes situada al norte de Cisjordania, en castigo por los últimos ataques suicidas perpetrados por radicales islámicos contra poblaciones de Israel. Esta última operación de represalia de los soldados israelíes se centró sobre diversas instalaciones militares y las oficinas del gobernador de la ciudad, que quedaron prácticamente destruidas por el fuego de los obuses.

La incursión del Ejército israelí en el interior de Jenín, que concluyó antes del alba, se saldó con la muerte de tres civiles y el suicidio de un cuarto palestino. Éste se inmoló con una carga explosiva que hizo estallar al paso de un tanque, en un intento fallido por detener el blindado e impedir que atacara el centro de la ciudad. En total, más de veinte palestinos han muerto los tres últimos días en la batalla de Jenín.

A la misma hora en que se producía la operación militar contra Jenín, otros 22 tanques, a los que se sumaron decenas de soldados de infantería israelí, entraban en la ciudad de Jericó. Las fuerzas del Ejército destruyeron en esta ciudad diversos cuarteles de Fuerza 17 (la guardia presidencial del líder palestino, Yasir Arafat), así como instalaciones de los servicios secretos del Gobierno palestino. Los tanques en su repliegue, al salir de la ciudad, dispararon y destruyeron los postes de la red de electricidad.

El negociador y ministro palestino Saeb Erekat, que desde hace varios meses se encuentra confinado por las autoridades israelíes en Jericó, fue testigo de la operación y la denunció inmediatamente ante la diplomacia internacional, que ha empezado a tomar conciencia de la gravedad de la situación. El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Pique, aseguraba ayer a través de una emisora de radio que las operaciones israelíes en Cisjordania eran de 'una extrema gravedad'. El jefe de la diplomacia española pidió que el Gobierno de Israel 'no aproveche las circunstancias de conmoción [tras los atentados de Estados Unidos] para ir en dirección contraria a lo que debiera de ser el proceso de paz en Próximo Oriente'.

Réplica de Peres

Por su parte, el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Simón Peres,respondió ayer a las denuncias vertidas contra el Gobierno y el Ejercito israelíes: 'No es verdad que al amparo del drama ocurrido en Estados Unidos hayamos iniciado acciones militares contra Jenín y Jericó, ya que el sitio de Jenín se inició un día antes de los atentados y nuestras tropas no se encuentran dentro de estas ciudades palestinas, limitándose a vigilar las vías de transporte, para impedir los movimientos de los terroristas y su infiltración en el territorio israelí'.

Peres añadió que estaba trabajando y efectuando contactos para fijar el lugar y una fecha del encuentro con el presidente palestino, Yasir Arafat. Aunque se negó a facilitar detalles, algunas fuentes diplomáticas aseguran que la reunión podría celebrarse el próximo domingo en el aeropuerto internacional de Gaza, con la presencia del emisario europeo Miguel Ángel Moratinos. En esta cita, Peres afirmó que reiteraría a Arafat su llamamiento a 'tomar una decisión histórica: renunciar a la lucha y sumarse al mundo que rechaza el terrorismo'.

Entre tanto, el ex primer ministro Benjamín Netanyahu, en una entrevista mantenida ayer con EL PAÍS, se felicitó de que Sharon haya puesto fin a su 'política de contención' con respecto a la Intifada y se haya decidido a llevar a cabo una 'política más activa'. Netanyahu subrayó a continuación que hace falta al mismo tiempo 'destruir la capacidad militar de todos los demás Estados terroristas', entre los que incluye a Irán e Irak.

'Ésta es la gran prueba del liderazgo de Bush', apuntó Netanyahu. El ex primer ministro, que acusó a Arafat de mantener un 'regimen dictatorial, corrupto y tiránico', aseguró que el presidente palestino mantiene 'estrechas relaciones con [Osama] Bin Laden' (el islamista de origen saudí refugiado en Afganistán al que se atribuyen los últimos atentados antiestadounidenses). 'No me sorprendería que Al Fatah estuviera implicado en los atentados de Nueva York y de Washington', añadió Netanyahu.