_
_
_
_
_

La Pasarela Cibeles incluye por primera vez la jornada de los jóvenes diseñadores de moda

Las nuevas tendencias proponen líneas sensuales y apogeo colorista para el verano de 2002

El calendario de Pasarela Cibeles vuelve a ser maratoniano, pero no escandaloso. Esta vez, al menos, no hay tardíos desfiles nocturnos. Serán 24 diseñadores en 20 citas, con un presupuesto de 240 millones de pesetas, según confirmó a este periódico Fermín Lucas, director de Ifema. Lucas relata que 'la selección de los jóvenes ha sido lenta y parte de las propuestas que habían llegado a los despachos de Ifema. Consultamos a profesionales y asociaciones y sigo abierto a escuchar'.

Con respecto a las relaciones con los disidentes de Cibeles, Lucas se expresa así: 'Tenemos ahora relaciones cordiales. Hemos tenido muchas reuniones y puede que sus estrategias comerciales les indiquen no venir a Ifema. Yo no cierro las puertas a nadie'.

Más información
Francis Montesinos superpone su mirada mediterránea a la austeridad de Balenciaga

Modesto Lomba, que sí ha vuelto a Cibeles y es el actual presidente de la Asociación de Creadores de Moda, reafirma que se trata de decisiones individuales a la hora de escoger el sitio para desfilar. Con respecto a su colección, dice que se trata 'de un diseño constructivo, con cortes oblicuos que hacen desaparecer las costuras convencionales, siempre bajo una severa disciplina industrial y con la línea curva como motivo ornamental expresado, por primera vez, con lentejuelas'.

La primera jornada aparece emparentada a la Asociación de Creadores de Moda de España (fundada hace dos años a raíz del éxodo disidente) y cuenta con Javier Larrainzar, Devota & Lomba, Ágatha Ruiz de la Prada, Roberto Torretta y Elio Berhanyer; el miércoles 5 empieza Nacho Ruiz y le siguen Julie Sohn, Joaquim Verdú, Duyos y Victorio & Lucchino; el jueves 6 abre Lemoniez y prosiguen Miguel Palacio, Felipe Varela, Carmela Rosso, Kina Fernández y Pedro del Hierro. Termina Cibeles el viernes 7 con la jornada de los jóvenes, en tres desfiles combinados: Ailanto y Elisa Amann, Miriam Ocáriz y Spastor, Alma Aguilar y Yohuate. Después se verá la ropa de baño de Andrés Sardá y cierra Francis Montesinos con un desfile que, según sus propias palabras, 'vuelve a la inspiración de los trópicos con nuestros propios estampados que toman los motivos de las vitolas de tabaco cubanas. Sigo apostando por la mezcla de culturas y sin descuidar la parte artesana de las prendas'. Montesinos también presenta una línea de accesorios y bolsos logotipados en blanco y negro.

El cast de modelos se presenta como prometedor y se compromete con nombres muy cotizados. Entre las españolas destaca la peculiar Eleonora Salvatore (Bimba Bosé), que une una meteórica carrera de portadas internacionales de prestigio a los desfiles más importantes. Bimba es un caso comparable en su singularidad a lo que ocurrió en su momento con iconos de referencia como Twiggy, donde cualquier esquema canónico de belleza era arrasado por la nueva impronta rupturista de la modelo.

Silueta con brío y lentejuelas en la sopa

Las tendencias internacionales están en liza; es una lucha fratricida que trae al tiempo confusión y esperanzas, diversidad antiglobalización sin que parezca una frivolidad. Unos van desmelenados al color, otros quieren empeñarse en los agrisados. ¿Esto qué quiere decir? Que se hace evidente el 'todo vale mientras se venda'. Es un empirismo vestido de sofisticación que da rienda suelta a los creadores, cada cual a su bola. Eso sí, enseñando carne, marcando silueta y poniendo brillos por doquier. Miguel Palacio se cuida de una sobria sastrería de corte masculino resuelta en algodones de varias texturas; Roberto Torretta aboga por los tejidos naturales y por la piel con un suave tratamiento anapado en su interior, 'piel contra piel, sensual y muy sexy'; Joaquim Verdú reelabora los puntos ligeros para llegar a una materia dúctil y agradable; Pedro del Hierro busca en su bagaje estilístico para retornar a los plisados, usados de manera no convencional, y a unas transparencias apenas sugeridas. En cuanto a su moda masculina, recurre a una impactante y desgarrada presencia que reúne atrevimiento en el color con elegancia. Las llamadas células fílmicas (que no son otra cosa que lentejuelas industriales de diverso diámetro) sobre tejidos evolucionados tecnológicamente, acentúan la novedad. Entre los nuevos diseñadores que llegan a Cibeles, están los gemelos catalanes Iñaki y Aitor Muñoz (su firma es Ailanto) con su particular Libro de la selva en el que no faltan ni las jirafas; la vasca Elisa Amann recuerda al arte povera con una propuesta titulada Lentejuelas en el fango donde el brillo se alterna con el color maltratado; Miriam Ocariz ironiza contra el convencional femenino desde el acento masculino; Spastor (no son exactamente unos debutantes en Cibeles) recurren a los paillettes artesanos y al uso masivo del azul, del cielo al marino. Alma Aguilar, que trabajó un tiempo con Modesto Lomba y ha vestido a Salma Hayek, propone un estallido de color y estampados; finalmente Sara Nogueira (sello Yohuate) habla del papel que su experiencia con la danza contemporánea le ha aportado a la hora de diseñar 'el movimiento corporal a través de la prenda'; ella llevará a la pasarela una breve coreografía y ha cedido también al influjo infalible de los brillos a través de la seda salvaje. Entre sus propuestas, una serie de godets en faldas y pantalones que facilitan el paso y juegan con la fisiología.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_