La Cámara navarra cita a Sanz y Cervera para aclarar el brote de legionela

La Mesa y Junta del Parlamento de Navarra decidieron ayer exigir al presidente del Gobierno foral, Miguel Sanz, y a su consejero de Salud, Santiago Cervera, una explicación urgente sobre las circunstancias en las que se ha desarrollado el grave brote de legionela que ha acabado con la vida de seis pacientes. Cervera acudirá a la Cámara el 6 de septiembre. UPN se opuso a que Sanz comparezca ante el Parlamento foral para explicar la mayor crisis sanitaria que ha padecido la región en los últimos tiempos.La consejería navarra de Salud considera que el grave brote de legionela ocurrido en el hospital Virgen del Camino de Pamplona está ya definitivamente erradicado. El brote infeccioso ha acabado con la vida de seis pacientes del centro hospitalario en agosto. Las autoridades sanitarias estiman que, finalizado el periodo de incubación sin que hayan aparecido nuevos casos, y viendo los resultados negativos de las pruebas practicadas a los trabajadores que lo solicitaron, el brote, localizado en el circuito de agua caliente del citado hospital, está controlado y no surgirán nuevos casos al margen de los 19 diagnosticados.

Los grupos políticos quieren que Sanz y Cervera detallen en el Parlamento por qué no se informó antes a los profesionales sanitarios, a los pacientes del brote y sus familiares. El primer caso conocido se produjo el 2 de agosto, aunque su origen no se localizó hasta el día 13, fecha en que se comenzaron a aplicar las medidas de prevención y erradicación de la bacteria.

Aunque Salud considera que el brote se encuentra ya controlado, aún permanece ingresado en el hospital un paciente de 80 años en estado crítico, aunque ofrece síntomas de mejoría. Los demás afectados por el brote de legionela continúan su evolución satisfactoria. Dos de ellos fueron dados de alta ayer. Sólo tres personas permanecen ingresadas.

El Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE), como los restantes sindicatos sanitarios de Navarra, han expresado su malestar porque no fueron informados hasta tres días después de que los periódicos hablasen del brote.