Exteriores traslada al Gobierno marroquí su malestar por la pasividad ante las pateras
El embajador de Rabat, de vacaciones, envió a la cita a su segundo, que llegó 25 minutos tarde
El encuentro entre representantes de los Gobiernos de Marruecos y España se saldó ayer con una reunión de 25 minutos entre el segundo de la embajada de Marruecos en España, el ministro consejero para asuntos Políticos, Abdelkader Moslih, y el secretario general de Asuntos Exteriores español, Javier Garrigues. En esta reunión, según fuentes diplomáticas, el Gobierno español reiteró al representante marroquí que la situación actual es 'inaceptable'. Moslih se limitó a asegurar que había 'tomado nota' y a comprometerse a comunicar el contenido de la conversación a su Gobierno.
Según fuentes diplomáticas, el representante español insistió en que 'la entrada de inmigración por el Estrecho es un problema bilateral, en el que Marruecos está poniendo las mafias y los muertos y España las costas'. Por ello, se le comunicó a Marruecos 'la absoluta necesidad de abandonar su pasividad en esta materia y se atenga a los convenios firmados y que no se están cumpliendo', en referencia al convenio de migración suscrito el pasado julio entre los dos Gobiernos.
Desde el Gobierno español se reiteró también a Marruecos el ofrecimiento de ayuda para aumentar la eficacia de las fuerzas de seguridad marroquíes en el control de las fronteras, algo que el pasado lunes ya comunicó el ministro Piqué a su homólogo marroquí, tras un fin de semana en el que más de 800 personas llegaron en pateras a las costas españolas y que, desde el Gobierno español, se ha considerado como 'la gota que colma el vaso'. Con este ofrecimiento se pretende solucionar la carencia de medios que desde Rabat se ha aducido en esta y otras ocasiones para explicar su falta de colaboración en la detención de inmigrantes o en la desarticulación de mafias dedicadas al tráfico de personas.
Aunque en un principio Exteriores convocó al embajador marroquí, Abdeslam Baraka, finalmente fue su segundo el que acudió a la cita porque el embajador estaba de vacaciones. También hubo cambios en la parte española, ya que en un principio iba a estar el director general de Política Exterior para el Mediterráneo, Oriente Medio y África que, finalmente y también por estar de vacaciones, fue sustituido por su superior, Garrigues. Para Coalición Canaria (CC), la ausencia del embajador fue 'un desaire' del Gobierno marroquí al español que, según el portavoz de CC en el Senado, Vitoriano Ríos, es 'un mal augurio' sobre la posible colaboración marroquí, informa Efe.
La Oficina de Información Diplomática, en cambio, no se ha dado ninguna importancia a la ausencia de Baraka ya que 'no cambia el contenido de la reunión, en la que se trataba de hacer llegar el malestar del Gobierno español marroquí en materia de inmigración, algo que se ha hecho'. La reunión, convocada para las 12.00 en la sede del Ministerio de Exteriores, comenzó 25 minutos tarde, debido al retraso en la llegada del representante marroquí.
Desde el PSOE, la secretaria de Política Internacional, Trinidad Jiménez, manifestó su preocupación porque 'el Gobierno siga empeñado en deteriorar las difíciles relaciones bilaterales entre España y Marruecos'. La responsable de inmigración, Consuelo Rumí calificó la reunión de 'oportunidad frustrada para iniciar un diálogo operativo sobre la inmigración entre España y Marruecos', mientras que el diputado socialista por Cádiz -la provincia más afectada-, Salvador de la Encina, señaló que 'Marruecos hará caso omiso hasta que haya una implicación al máximo nivel'.
En el mismo sentido se manifestó el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, quien pidió a Piqué que 'si de verdad busca entendimiento' y 'si de verdad quiere buscar soluciones, debe viajar a Marruecos y reunirse con el canciller marroquí'.
Descoordinación en Ceuta
Por otro lado, el delegado del Gobierno en Ceuta, Luis Vicente Moro, exigió ayer al Gobierno marroquí que adopte medidas 'ejemplares' en la frontera del Tarajal para evitar la formación de aglomeraciones como la de ayer por la mañana, cuando unas 300 personas tuvieron que esperar más de tres horas para pasar a Marruecos tras realizar sus compras en Ceuta, informa Europa Press. Moro manifestó que se 'van a adoptar las medidas recíprocas pidiendo a Marruecos una mayor fluidez' e indicó que 'deben terminar con las descoordinaciones entre los aduaneros y los policías marroquíes'. El delegado añadió que se ha puesto en contacto con el secretario general de Asuntos Exteriores marroquí para mostrarle su 'disgusto' por este problema en las fronteras.
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