Los dos trabajadores de la Éibar-Vitoria murieron por asfixia al inhalar gases

La falta de oxígeno provocada por la emanación de un gas tóxico se baraja como la causa más probable de la muerte en Bergara, el pasado lunes, de dos operarios que trabajaban en las obras de construcción de la autopista Éibar-Vitoria. Los compañeros de los fallecidos pararon ayer sus labores en señal de duelo por los fallecimientos de L. V. P., de 43 años y vecino de Rentería, y A. R. L., de 40 años y domiciliado en Ordizia. El sindicato ELA explicó que el accidente mortal se produjo cuando uno de los trabajadores se dirigió a coger agua del manantial que abastece a un caserío cercano y que está protegido por tubos de hormigón de un metro de ancho y ocho de longitud. El operario descendió por las escaleras de un tubo para acceder al fondo y la falta de oxígeno pudo originar su muerte. El otro trabajador fallecido acudió a auxiliar a su compañero y corrió la misma suerte.El Comité de Seguridad de la Unión Temporal de Empresas encargada de la construcción del tramo Eibar-Bergara de la A-1 celebró ayer una reunión en la que participó ELA y donde se expusieron las circunstancias en que se produjo el siniestro laboral que acabó con la vida de los dos operarios, trabajadores autónomos de Excavaciones Luvi.

El accidente mortal tuvo lugar antes de las cinco de la tarde, cuando, según explicó el sindicato, uno de los trabajadores, 'al parecer botella en mano', procedió a coger agua del manantial protegido por tubos de hormigón de un metro de diámetro y ocho de altura. El operario descendió por las escaleras de plástico del tubo para acceder al fondo del citado manantial y 'la ausencia de oxígeno pudo originar su muerte'. A continuación, el otro trabajador acudió en su auxilio, pero también cayó al subsuelo.

Los servicios sanitarios de urgencia y los bomberos se personaron en el lugar del accidente alertados por el resto de trabajadores. Los bomberos rescataron los dos cuerpos. Uno de los operarios estaba ya muerto, mientras que el otro se encontraba en estado muy grave. El equipo sanitario no pudo reanimarle y poco después también falleció.

Técnicos de NaturGas se desplazaron el mismo lunes hasta las obras para inspeccionar sus conducciones, que se encuentran a unos 200 o 300 metros del punto donde se produjo el accidente, y comprobaron que estaban correctas, según indicó ayer un miembro de la compañía, quien, en cualquier caso, señaló que los bomberos detectaron la presencia de gas metano. Tanto el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, Osalan, como las empresas encargadas de la construcción del tramo Eibar-Bergara de la A-1, entre las que hay firmas subcontratadas, continúan con las investigaciones.