Terraza en Lavapiés
El pasado viernes asistí a un hecho que ni siquiera me atrevo a calificar, y que me recordó tiempos pasados que a cierta gente parece no olvidárseles. Lugar: barrio de Lavapiés en fiestas. Me siento con unos amigos en una terraza para tomar unas copas. En esta misma calle, cortada por el Ayuntamiento al tráfico, hay una terraza un poco más abajo. Al cabo de un rato aparece una pareja de la Policía Municipal que ordena quitar la terraza donde estamos. Cuando un cliente pregunta el porqué, la respuesta del policía es concisa: 'Porque me da a mí la gana' (sic). Sin salir de nuestro asombro, recogemos la terraza y observamos cómo un grupo de personas con traje y corbata, y seguidos por una cámara de televisión, aparece por ese lado de la calle y se dirige a la otra terraza, que pertenece al local de una peña futbolística y que no ha sido desalojada. Después de unos minutos en los que el grupo trajeado ha hablado con algunas personas de la terraza, se retiran por donde habían venido, y sólo entonces un policía municipal autoriza a que se pongan cuatro mesas en la terraza desalojada y pegadas a la pared, cuando el resto de los bares y peñas del barrio ocupan toda la calzada.- E. Higueras. Madrid.
El Insalud en la sierra norte
Me pregunto cómo los que residimos en la sierra norte seguimos aguantando esta situación. Nuestra asistencia sanitaria, en vez de avanzar con el tiempo, se ve reducida en personal y en prestaciones; se nos prometen cosas y cambios a mejor desde el sillón del director gerente del área V del Insalud y se desvanecen en el trayecto acomodándose al presupuesto que tengan, a estadísticas y cartillas sanitarias empadronadas, sabiendo cualquiera que viva en esta zona que eso no puede ser válido, pues existe una gran población flotante en estos municipios que llega a cuadruplicarse en verano con la gente que disfruta aquí de sus vacaciones.
El otro día tuve que realizar una visita al centro de salud de Buitrago de Lozoya; al llegar, todo normal: te dan tu turno (era la quinta), todo ocupado, te colocas donde puedes -en este caso en las escaleras, pues es un recinto reducido-; dentro se encontraba un paciente de edad avanzada con un goteo y en la otra sala otro paciente; sonó el teléfono y el único médico que había y su enfermera cogieron sus maletines y nos desalojaron del recinto a todos, incluida la mujer que se hallaba tumbada con su goteo. Tenían que atender una urgencia de otro pueblo de los 40 que lleva dicho centro.
¿Cómo se puede consentir esto? Un solo médico para la atención de todo, que llegó ese día a ser más de cuarenta asistencias, sabiendo que durante todo el año están mal atendidas por la falta de personal, que ha sido reducido. ¿Qué calidad sanitaria se pretende dar si ahora se incrementa la población mucho más? ¿Por qué nuestros representantes (alcaldes) no hacen algo para solucionarlo?
No creo que sea una situación para morirse de risa, sino para morirse en la espera.
Me gustaría que esta carta sirviese para llamar la atención de quien tenga la responsabilidad de nuestra salud, pues el libro de reclamaciones parece no tener ningún fin. Carecemos de un montón de cosas que llevamos reclamando desde hace mucho, como es la presencia de un pediatra de cabecera para nuestros menores -quienes, al parecer, no tienen derecho por vivir en esta zona-, una ambulancia para los traslados a Madrid, etcétera.- Myriam del Peso Siguero. Gascones, Madrid.
Excavadoras en el Retiro
¿Por qué cada vez que empiezan unas obras de las que es responsable el Ayuntamiento me echo a temblar? ¿Por qué pienso que no van a beneficiar a los ciudadanos de a pie?
¿Acaso recuerdo que en el sitio donde vivo había antes una hermosísima plaza descuidada que sólo necesitaba limpieza, árboles, bancos (de sentarse), farolas y juegos de niños? Ahora, en la plaza de los Reyes Magos, en el Retiro, hay un monstruoso engendro de cemento con aparcamiento y locales comerciales (¿qué hacen unos locales comerciales ocupando una plaza pública?)
Tengo la certeza de que en esta 'construcción-destrucción' se han cometido múltiples abusos e infracciones por parte de las empresas constructoras, que el Ayuntamiento ha tolerado a sabiendas.
Simplemente, no confío en el actual Ayuntamiento de Madrid.- Luis Valdivielso Cañas. Madrid.
¿Se cachondean del ciudadano?
Durante todo el año, y desde hace varios, los usuarios de la línea 5 del Metropolitano de Madrid tenemos esta sensación.
Esta línea tiene en servicio las unidades más antiguas de toda la red: sucias y malolientes -también debemos ayudar a mejorar este tema los propios usuarios, que ¡hay cada uno...!-, ruidosas (chirridos, golpeteo de puertas mal encajadas, etcétera), gélidas en invierno y sofocantes en verano -si al menos fuese al contrario...- y fácilmente averiables. Para colmo de males, realizan muy lentamente el recorrido y hay un intervalo entre trenes tal que el señor Lázaro Carreter debería buscar un nuevo vocablo para denominarlo.
Todos estos hechos se agravan en agosto: trenes sin aire acondicionado, el intervalo se llega a multiplicar por tres (hasta 15 minutos) y encima se paran en los túneles y estaciones. ¿Será para no pegarse mucho al que les precede?
Señores administradores del Metro, Ayuntamiento y Comunidad: ¿creen que todos los madrileños se van de vacaciones este mes? Craso error, aquí tienen uno que no lo hace. Yo trabajo este mes y, por supuesto, mis jefes me exigen que cumpla mi horario. Qué tontería, ¿no?
Es ésta una línea con un alto volumen de viajeros, muchos de ellos turistas, que atraviesa algunas de las zonas más relevantes de Madrid, zonas comerciales, de ocio, culturales, históricas: Ventas, Rubén Darío, Alonso Martínez, Gran Vía, Callao, Ópera, La Latina, Puerta de Toledo... ¿Sigo? Menuda imagen da la ciudad para esos turistas.
Creo que son suficientes razones para mejorar el servicio que se presta a los ciudadanos y usuarios. Pero, si no les bastan, les voy a dar las dos más contundentes: primera, los usuarios de esta línea somos tan dignos de respeto y tenemos los mismos derechos que el resto de usuarios; y segunda, ustedes son los depositarios del poder otorgado por los ciudadanos de esta ciudad y Comunidad. Háganse dignos de esa confianza que se ha depositado en ustedes y respeten los derechos de los ciudadanos.
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