Bush trata de tranquilizar al Grupo de Río reunido en Chile

El presidente de EE UU, George Bush, pidió ayer al jefe de Estado chileno, Ricardo Lagos, que transmitiera a sus colegas de América Latina un mensaje de apoyo a la estabilidad de sus economías. Bush manifestó por teléfono a Lagos que el club de las grandes potencias, el G-8, comprende la necesidad de mantener abiertos los flujos de capital en los mercados del sur del continente, según afirmó el presidente chileno al intervenir en la clausura de la XV Cumbre Presidencial del Grupo de Río, al que pertenecen 19 naciones latinoamericanas, celebrada en Santiago el viernes y sábado.

Los problemas económicos de la región, agudizados por la crisis Argentina, predominaron en este encuentro. Los gobernantes asistentes a la Cumbre en Santiago acordaron acudir con una sola voz a las próximas reuniones del FMI, Banco Mundial, Organización Mundial de Comercio y Conferencia sobre Financiación de la ONU, y enviaron un mensaje pidiendo a los organismos financieros internacionales apoyo para Argentina.

El FMI anunció ayer que no se pronunciará sobre la concesión de créditos a Argentina hasta 'al menos', mañana lunes, informa Efe. A medida que se alarga la decisión aumenta la tensión en Argentina. El ministro de Desarrollo Social de Argentina, Juan Pablo Cafiero, calificó ayer al secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O'Neill, de 'ultraconservador', en respuesta a las declaraciones de éste a la cadena de televisión CNN en las que calificó la situación económica argentina de 'muy resbaladiza' y afirmó que había tenido poco efecto el préstamo de casi 40.000 millones de dólares entregados a Argentina en diciembre pasado. El Gobierno argentino pide un nuevo préstamo de 9.000 millones de dólares, que el FMI cree excesivo.