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LA OFENSIVA TERRORISTA

ETA siembra el pánico con un coche bomba en un hotel de Salou

La explosión sólo provocó 13 heridos gracias al rápido desalojo

ETA volvió ayer a poner los intereses turísticos españoles en el punto de mira de su estrategia de terror. Un coche bomba cargado con 50 kilos de la dinamita Titadine robada en Francia hizo explosión a las ocho de la mañana frente al hotel Calafont de Salou (Tarragona), provocando 13 heridos leves y graves desperfectos en la zona. La organización terrorista advirtió de la colocación del coche bomba una hora antes de que estallara, lo que permitió el rápido desalojo de unos 800 clientes y trabajadores del hotel.

Una llamada anónima en nombre de ETA avisó a las siete de la mañana de la colocación del coche bomba a la asociación de ayuda en carretera DYA de San Sebastián e informó de las características del vehículo: un Renault 25 de color blanco y matrícula de Córdoba aparcado frente a la piscina del hotel Calafont, en la calle de las Dunas de Salou, junto a la playa.

El coche, cargado con 50 kilos de dinamita, fue robado en Ondarroa el 10 de agosto
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La Comandancia de la Guardia Civil de Tarragona recibió la alerta a las 7.30 e inmediatamente dispuso la operación de desalojo. Mediante la sirena de emergencia y personal del hotel llamando puerta por puerta, los agentes consiguieron evacuar a 750 huéspedes y medio centenar de trabajadores del hotel, situado en el corazón Salou, minutos antes de la explosión del vehículo, que se produjo a las ocho y tres minutos.

Según coincidieron en explicar tanto la delegada de Gobierno en Cataluña, Julia García Valdecasas, como el consejero del Interior catalán, Xavier Pomés, las 13 personas que requirieron asistencia sanitaria sufrieron heridas leves (cortes con cristales o magulladuras) como consecuencia de la precipitación con la que intentaron salir del hotel.

Algunos clientes aseguraron, sin embargo, que no fueron avisados por la dirección ni por los agentes de la Guardia Civil. Un matrimonio de Manresa con dos niños pequeños, que prefirió no identificarse, aseguró que la explosión, que se pudo oír a varios kilómetros de distancia, se había producido mientras ellos todavía estaban en la habitación.

Del mismo modo, el irlandés Malcolm Spink, procedente de Belfast, se mostraba indignado: la ruptura de cristales consecuencia de la onda expansiva había sorprendido a su familia en la cama. Su hija mayor, de 13 años, presentaba un corte en la pierna: 'Era la que dormía más cerca de la ventana'.

La gran mayoría de clientes sí pudieron ser alertados y, según el subdelegado de Gobierno en Tarragona, Raúl Navarro, aunque hubo en un principio momentos de desconcierto, el desalojo se realizó de forma efectiva y tranquila pese al escaso tiempo con el que se contaba.

Como consecuencia de la explosión, el coche Renault 25 blanco, que llevaba matrícula de Córdoba doblada y que había sido robado en Ondarroa el pasado día 10, quedó totalmente destrozado. Un total de 10 coches aparcados en las cercanías resultaron asimismo dañados. La estructura del hotel no resultó afectada pero sí sufrieron desperfectos los cristales y entarimados.

La detonación provocó además desperfectos en el aparthotel Font de Mar, situado al otro lado de la calle y cuyos inquilinos habían sido obligados por la Guardia Civil a protegerse en la zona opuesta del edificio. El director del hotel Calafont, Josep María Pedrós, se felicitó, dentro de la tragedia, de que el atentado se produjera a las ocho de la mañana 'una hora muy tranquila' en la que apenas hay gente en la calle.

La mayoría de los clientes del hotel, muchos de los cuales finalizaban ayer sus vacaciones, fueron recolocados en el ala no dañada del edificio y en otros establecimientos. La Guardia Civil dispuso controles en las principales carreteras de la provincia. El director general de la Guardia Civil, Santiago López Valdivielso, y la delegada de Gobierno en Cataluña, Julia García Valdecasas, atribuyeron el atentado a un comando itinerante de ETA 'posiblemente un apéndice del comando Vizcaya o Guipúzoca'. Valdivielso informó en Valladolid, donde se encontraba, de que el coche había sido robado en Ondarroa el pasado 10 de agosto y había sido preparado en el País Vasco. García Valdecasas subrayó que no hay constancia de la existencia de un comando estable en Cataluña, algo que también insistió el consejero de Interior de Cataluña, Xavier Pomès. En cuanto se conoció el atentado, el Gobierno vasco emitió un comunicado para solidarizarse con los afectados y exigir a ETA que 'abandone la actividad terrorista que, además de ser éticamente execrable, desprecia la voluntad de la sociedad vasca'. También el Gobierno catalán, cuyo presidente, Jordi Pujol, se desplazó a Salou, expresó su 'firme rechazo a la presencia del terrorismo en Cataluña'. Portavoces del PP, del PSOE y del resto de patidos condenaron asimismo la acción terrorista. El consejero Xavier Pomés resaltó que en el atentado de ayer ETA siguió el mismo procedimiento que en los cometidos en Roses y Gandía en marzo pasado, en el primero de los cuales murió un policía. De hecho, ETA ha realizado desde 1979 diez ofensivas contra intereses turísticos y una de las primeras bombas fue colocada ese mismo año precisamente en Salou. Pero hasta ahora, la banda terrorista utilizaba artefactos de poca potencia, destinados a provocar alarma entre los turistas. Este año, ETA ha comenzado a utilizar por primera vez coches bomba en lugares de gran concentración de turistas. Los primeros estallaron el 17 de marzo en Roses y Gandia con pocas horas de diferencia. El tercero fue colocado en el aeropuerto de Málaga el 26 de julio pasado, pero pudo ser retirado por la policía sin que estallara. El de ayer es el cuarto de la nueva estrategia.

<font size="2"><b>ETA siembra el pánico con un coche bomba en un hotel de Salou</b></font> <br>Foto: VICENS GIMÉNEZ
ETA siembra el pánico con un coche bomba en un hotel de Salou Foto: VICENS GIMÉNEZ

Pujol tranquiliza a los turistas

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, interrumpió ayer sus vacaciones para desplazarse hasta Salou, condenar el atentado y tranquilizar a los turistas. Tras una rueda de prensa en castellano y catalán, el presidente se dirigió a los medios procedentes de otros países en alemán y francés. Pero Pujol fue más allá: obligó a parar la comitiva de coches en la que ya se iba de Salou para dirigirse personalmente a un grupo de turistas que esperaba para entrar en el hotel desalojado. En francés, italiano, inglés y alemán, (y sin presentarse previamente lo que ocasionó que algunos lo tomaran por el alcalde) se interesó por su situación y por sus intenciones de continuar veraneando en la población.

Pujol se manifestó dolido por el atentado y expresó sus disculpas: 'Estaremos honrados si queréis permanecer en nuestra casa', añadió, después de que una ciudadana holandesa le expresara sus reticencias porque su hija estaba pasando mucho miedo.

En general, el sector turístico se mostró ayer muy prudente. También el alcalde de Salou, Esteve Ferran, fue cauto a la hora de valorar las repercusiones del atentado en la ocupación hotelera. Tanto el presidente del patronato de Turismo de la Diputación, Octavi Bono, como el presidente del de hoteleros, Salvador Pellicer, explicaron que su objetivo ayer era buscar alojamientos alternativos a los clientes del hotel dañado y que será en los próximos días cuando analizarán las repercusiones del atentado.

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