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Un tribunal exculpa de competencia desleal a la funeraria municipal, aunque 'duda' de sus actos

La Empresa Mixta de Servicios Funerarios, investigada por abusar de su monopolio

Antonio Jiménez Barca

La liberalización de los servicios funerarios en Madrid, aprobada por el Ayuntamiento en 1997, posibilitó en la capital la aparición de nuevas empresas relacionadas con el traslado y entierro de cadáveres. Hasta entonces, sólo una empresa, la Empresa Mixta de Servicios Funerarios (EMSF), privatizada desde 1993, aunque con participación municipal, gozaba de una posición de monopolio absoluto.

A juicio de la funeraria Nuestra Señora de los Remedios, este monopolio se convirtió en los años anteriores en una conducta ilícita. Nuestra Señora de los Remedios fundamentaba su queja en que la EMSF no dejaba utilizar a ninguna de las privadas sus tanatorios (el de la M-30 y el tanatorio Sur), los dos únicos que existen en Madrid, lo que perjudicaba su trabajo.

La empresa denunciante probó lo anterior mediante dos actas notariales (fechadas el 28 y el 30 de julio de 1998) en las que se hacía constar que la EMSF 'indica que sólo hay salas para los servicios contratados con ella misma', según expresó el Servicio de Defensa de la Competencia, que actúa en el Tribunal de la Competencia como fiscal.

El Servicio de Defensa de la Competencia prosigue: 'No se discute la propiedad de esos tanatorios (...). Lo importante es que, aun siendo propiedad privada, no puede negarse su cesión como instalaciones afectas a un servicio público'. Este organismo añade que las empresas funerarias pueden construir sus propios tanatorios, aunque eso no excluye 'que puedan alquilarlos a quien los posea, ya que de otra forma no podrían atender las demandas de sus clientes y tendrían limitadas las posibilidades de actuar en el mercado'.

Tras esto, el Servicio de Defensa solicitaba al tribunal que impusiera una sanción a la EMSF por haber infringido la ley. El tribunal consideró probado que esta empresa 'tiene una capacidad excedente en la capacidad de uso de sus salas de tanatorio'. Es decir, que le quedaban salas libres para poder alquilarlas. El tribunal también incide en la dificultad que encontraban las funerarias privadas para obtener los permisos necesarios por parte del Ayuntamiento para construir nuevos tanatorios.

Responsabilidad especial

De cualquier modo, el Tribunal de la Competencia añade 'que a la Empresa Mixta, por su anterior condición de monopolio legal y mientras disponga de una posición dominante en el mercado, le incumbe una especial responsabilidad para mantener unas condiciones no distorsionadas de competencia'. Pero concluye 'que existen dudas sobre la licitud de la conducta en este caso concreto, conducta que pudo deberse a la falta de regulación o a que la concesión de las mencionadas licencias urbanísticas se dilatara en el tiempo'. Y agrega: 'Por lo que el tribunal no considera plenamente probada la imputación de que la Empresa Mixta de Servicios Funerarios denegara injustificadamente el uso de los tanatorios a las empresas funerarias radicadas en Madrid'.

Cinco días antes de la resolución del Tribunal de la Competencia, el pasado 15 de junio, la concejal presidente del distrito de Fuencarral-El Pardo, Nieves Sáenz de Adana, confirmó la concesión a esta funeraria privada de una licencia de construcción para un tanatorio con 24 salas, previsto en el polígono situado junto al hospital Ramón y Cajal. Sin embargo, los vecinos del contiguo barrio de la Virgen de Begoña realizan desde entonces continuas manifestaciones en contra de los seis crematorios que incluye el proyecto.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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