Ascer apoya en Madrid a Iberdrola en la batalla del gas frente a Unión Fenosa

La intervención de Diago, quien acudió a Madrid para presentar las necesidades energéticas del sector azulejero, se produce en pleno pulso entre Iberdrola y Unión Fenosa por el control del mercado de gas en la Comunidad Valenciana.

Iberdrola es el único distribuidor de energía eléctrica en la Comunidad Valenciana, controla la central térmica de Castellón, la central nuclear de Cofrentes y aspira a copar la producción de energía eólica. Pero, además, pugna con Unión Fenosa por el control de la distribución de gas a los consumidores valencianos. Como prueba del calibre de su apuesta, Iberdrola Gas instituyó su sede en la ciudad de Valencia en marzo de 1999 y, un año después, registró Iberdrola Distribución de Gas.

Unión Fenosa ha reiterado que la Comunidad Valenciana es uno de sus objetivos estratégicos, sobre todo en el mercado de gas. La regasificación de gas licuado procedente de Egipto en una planta proyectada en Sagunto le permitiría distribuir a comunidades vecinas con gran dinamismo económico, como Cataluña, Murcia, incluso Madrid.

La Generalitat, por su parte, ha impulsado una empresa, Encovagas, cuyo principal cometido es diseñar los circuitos de producción y distribución de gas en territorio valenciano. Ascer e Iberdrola participan en el capital social de Encovagas. Unión Fenosa, que tramita su proyecto para instalar una regasificadora en el puerto de Sagunto desde hace diez meses, no participa en Encovagas.

La sociedad semipública debe decidir la ubicación ideal para la planta regasificadora en septiembre. Pero, a tenor de las declaraciones de Diago, la decisión parece tomada. El presidente Ascer explicó que el 94% del sector azulejero español se concentra en la provincia de Castellón, donde se consume el 79% del gas disponible en la Comunidad Valenciana; que el sector azulejero soporta un sobrecoste de mil millones de pesetas debido a los gastos de transporte del gas hasta Castellón; que el puerto de Castellón cumple todos los requisitos para albergar una planta regasificadora; que el gas es una fuente de energía insustituible para la industria cerámica; y que Castellón se encuentra a mitad camino entre Barcelona y Cartagena, donde se ubican las dos únicas plantas regasificadoras en la costa mediterránea. Por lo tanto, según Ascer: 'El sector cerámico de Castellón y todo el entramado empresarial de esta provincia no entendería otro enclave para la regasificadora que no fuera Castellón'.