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Aviones para bajitos

Mientras los españoles crecen en peso y estatura, el espacio entre sillones de clase turista es el de hace décadas

Francisco Peregil

El español medio que se alistaba en 1976 al servicio militar medía 1,70 centímetros, pesaba 66 kilos y su perímetro torácico era de 88,3 centímetros. En 1992, según el Instituto Nacional de Estadística, la altura aumentó cuatro centímetros y el peso en dos kilos. En las cifras del Ministerio de Defensa relativas a 1999 la pirámide de los más corpulentos seguía creciendo. Sin embargo, en las compañías españolas, no sólo no se va a ampliar la distancia entre asientos y su anchura en los aviones de vuelos transoceánicos, sino que en algunos casos se va a reducir.

Las razones son dos: la primera es que ninguna compañía cree que la supuesta estrechez de los asientos ocasione lo que se conoce como síndrome de la clase turista, es decir, trombosis venosa profunda, ocasionada por coágulos que se forman en las piernas y sus efectos se extienden a los pulmones y al corazón, ocasionando la muerte.

'Haciendo los sillones más cortos se disimula la estrechez entre sillones, y el cliente ni se da cuenta'

La segunda razón por la que no se planea aumentar la distancia entre asientos es simplemente monetaria. Y la explica a la perfección el encargado de ventas de la compañía de vuelos charter Iberworld, radicada en Mallorca: 'Nosotros sólo tenemos un Airbus 310, que efectúa unos 220 viajes al año rumbo al Caribe. Los asientos tienen 78,7 centímetros de separación. Tal vez no sea mucho espacio, pero para nosotros es demasiado. No vamos a reducir esa distancia a 76 centímetros porque pretendemos cambiar de avión en abril. Pero el nuevo avión vendrá ya con 76 centímetros en lugar de 78,7'.

¿Tanto dinero se gana con esos dos centímetros y medio?

'Ganar dos centímetros entre asientos supone incorporar una fila de ocho sillones. Es decir, con unos 200 viajes al año, tengo unos 160 millones de pesetas garantizados, poniendo el mismo combustible y la misma tripulación. Si quitáramos esa fila y yo renunciara a los 160 millones el pasajero tendría que pagar unas tres mil pesetas más. Y aún no está mentalizado, la gente no sabe qué es el pitch [distancia entre asientos] ni tiene conciencia de ello'.

¿Pero dónde está Curro?

¿Recuerdan el anuncio? La agencia de viajes Halcón, perteneciente al mismo grupo que Air Europa, obtuvo grandes beneficios con aquella campaña. 'Conseguimos abaratar los precios hasta tal punto de que el español medio pudo ir por primera vez al Caribe', señala el subdirector de Mercadotecnia de Air Europa.

A los Curro de entonces no les importaba lo apretado que pudiera ir en el avión, ni que al reclinar el sillón se le clavasen las rodillas del pasajero de atrás, ni que la mesilla donde apoyar la bandeja de alimentos se le incrustase en el estómago. Según la propia Air Europa y la compañía Iberia, el cliente que vuela en vacaciones está más interesado en el precio que en cualquier otra cosa.

'Es que además hay muchas formas de disimular los espacios apretados', señala el director de compras de la compañía de charter Iberworld, Julián Villar. 'Hay separaciones de 71 centímetros que se disimulan porque el diseño de los sillones es mucho más corto y el viajero no lo nota'.

Los tres aviones más antiguos de Iberia, los que usaban los españoles que medían 1,70 centímetros, pesaban 66 kilos y tenían un perímetro torácico de 88,3 centímetros, los aviones DC-9, DC-10 y el Boeing-727, tenían la misma distancia entre asientos (entre 79 y 82 centímetros) y la misma anchura (entre 44 y 45,5 centímetros) que los de más reciente adquisición. Incluso el DC-10 disponía de más anchura y más separación que los actuales modelos.'Eso es relativo', señala el director del servicio al cliente de Iberia, Félix García Viejobueno. 'Los asientos del DC-10 quizás venían con un centímetro más ancho que otros de ahora, de acuerdo, pero se perdía espacio por la constitución del asiento. Ahora son menos armatostes. Un centímetro no marca la diferencia entre el confort o no. Y le aseguro, que comparados con otras compañías españolas, salimos ganando. Cuando tenemos que transferir pasajeros en el corto y medio radio a estas compañías, nos llegan quejas de los viajeros quejándose de las apreturas. Hay elementos en los que se ha trabajado mucho en los últimos años y que no se disciernen, pero sus efectos se notan. Son factores como la temperatura y la luminosidad del avión. Cada vez se fabrican aviones más silenciosos y más cómodos. Pero es que además, la distancia que llevamos entre asientos es la misma que la de los alemanes, supuestamente más altos. Nuestros pasajeros no se han quejado nunca por falta de espacio'.

Hay un tipo de viajero que cada vez se fija más en los detalles: el que viaja por motivos de trabajo, quiere espacio para llegar descansado, y está dispuesto a pagarlo. 'A ese no hay quien lo engañe', señala un portavoz de Air Europa. Y ahí es donde se va a dirimir la batalla entre las conpañías.

Air Europa asegura que para el próximo invierno habrá reformado el interior de 21 aviones, de tal forma que las clases turistas de sus Boeing 737 pase de tener 78,7 centímetros entre asientos a 81. 'Hace un año encargamos una gran encuesta entre nuestros clientes. Y nos vinieron a decir que éramos muy simpáticos, teníamos una gran imagen de marca, pero se sentían muy apretados en los sillones. Entonces lo que pretendemos es fidelizar al cliente. Lo mismo que en su día rompimos el mercado español abaratando los precios, ahora vamos a revolucionarlo con un lema que vendrá a decir algo así como 'La conquista del espacio'.

No obstante, esa conquista afectará sólo a los aviones que vuelan por España y Europa. No a los trayectos más largos y pesados.

En los viajes transoceánicos no hay ni un sólo avión de compañía española que tenga una separación en los sillones de la clase turista superior a los 82 centímetros. El famoso Jumbo de Iberia, de 418 asientos tiene sólo 79 centímetros de separación en la clase turista. Y las otras compañías no conceden mucho más espacio a los pasajeros más modestos.

Los tres Boeing 767/300 ER con que Air Europa viaja hacia América cuentan con una separación de 81 centímetros en la clase turista. Los seis Airbus A310-300 de la compañía de vuelos charter Airplus mantienen una distancia por asientos de entre 73 y 76 centímetros. Y los tres Boeing 767/300 ER con que Spanair suele cruzar el Atlántico tampoco pasan de los 76 centímetros en la clase turista.

Los sindicatos de los llamados tripulantes de cabina de pasajeros (antiguos azafatas y sobrecargos), STAVLA y SITCPLA aseguran que no conocen ningún caso de trombosis en los vuelos intercontinentales. Pero se quejan de que las estrecheces en los aviones provocan malestar y nerviosismo entre los viajeros y quienes lo padecen son las azafatas y sobrecargos. De hecho, en la página de Internet del sindicato STAVLA aparece la imagen de dos niñas bajo la leyenda: 'Nuestros padres son Tripulantes de Cabina de Pasaje, no son un saco de boxeo'.

A pesar de los beneficios que conllevan para las empresas la reducción de espacio, hay gente, como el propio jefe de compras de la compañía Iberworld, que cree que las autoridades civiles deberían imponer unas separaciones mayores a las existentes. 'A veces se cabe en un asiento. Pero dos centímetros de más es lo que te puede permitir dormir varias horas. Y eso se agradece. Pero si no se demuestra que hay una vinculación directa entre las muertes por trombosis venosa profunda y la estrechez del espacio, la cosa irá muy lenta. El que quiera comodidad tendrá que pagarla comprándose un billete en primera clase'.

Pasajeros de un avión en la clase turista.
Pasajeros de un avión en la clase turista.CÉSAR LUCAS

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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