Saturación en el Gregorio Marañón y en el Doce de Octubre

El departamento de urgencias del complejo hospitalario Gregorio Marañón 'han ido de mal en peor en julio hasta llegar a una situación límite', aseguró ayer un trabajador. Este gran centro, que posee unas 2.000 camas, concentra los problemas en el hospital general, con unas 1.150.

Las 58 plazas de capacidad del servicio de urgencias 'no han bajado del centenar de pacientes' en los últimos días, asegura el personal. El pasado jueves había 120 personas pendientes de ser ingresadas. En los dos últimos días, cerca de una veintena de enfermos han permanecido en los pasillos, según el personal del Gregorio Marañón.

El centro ha cerrado un 20% de sus camas en el hospital general (unas 210). La unidad de aparato digestivo ha pasado de tener 8 a 4 camas; la UCI de 12 a 6; y traumatología ha clausurado unas 70 camas. Estos datos, facilitados por los sindicatos CC OO y UGT, no han sido corroborados por la dirección, que no ha dado información.

Las cerca de 1.600 enfermeras del Gregorio Marañón reparten sus vacaciones entre julio, agosto y septiembre, por lo que cada mes 'hay más de 400 de vacaciones y en julio sólo se ha suplido a 113', afirmó una enfermera del centro.

El colapso ofrece situaciones paradójicas. 'Un paciente entró en urgencias la semana pasada, fue operado la noche del sábado y, tras pasar por recuperación, ha vuelto a urgencias. Las urgencias no son el lugar de recuperación tras una intervención quirúrgica', lamenta una enfermera.

Protestas en el vestíbulo

Los problemas del hospital Doce de Octubre no son distintos a los de otros centros: cierre de entre 175 y 215 camas de las 1.257 que tiene, reducción del personal por vacaciones y aumento de pacientes por ser centro de referencia regional y nacional de especialidades como maxilofacial, neurocirugía o trasplantes.

Sin embargo, la situación en el centro está contaminada por el enfrentamiento que mantienen la gerencia y el personal del hospital, especialmente con el de enfermería. Desde hace semanas, seis sindicatos exigen, con manifestaciones en el vestíbulo la dimisión de la directora gerente, Concepción Vera, por su intención de cambiar el sistema de turnos.

Los representantes sindicales, además, han reiterado sus denuncias por la falta de personal y el colapso en urgencias, que intermitentemente llena de camas los pasillos.

Vera suspendió sus vacaciones para afrontar el asunto. Sin embargo, la Dirección Territorial del Insalud la obligó a retomarlas ante el bloqueo al que había llegado el conflicto. Las negociaciones quedaron en manos del resto del equipo de dirección, según UGT-Madrid.