La llegada de casi un millón de turistas en la primera mitad de julio desborda las expectativas del sector

Según el Sistema de Análisis y Estadística del Turismo en Andalucía (Saeta), la actividad turística generó en la primera quincena de julio unos ingresos aproximados de 88.500 millones de pesetas. Es la primera vez que la Encuesta Quincenal de Seguimiento Turístico del Verano introduce los parámetros de número total de visitantes y de ingresos, por lo que no hay posibilidad de comparaciones. Pero sí hay un dato de referencia ilustrativo: En julio de 2000 se contabilizaron en Andalucía 1.243.000 turistas. Esto es, en la primera mitad del mes, que es tradicionalmente más floja que la segunda, ya se ha alcanzado el 80% de aquel registro.

El consejero de Turismo y Deportes, José Hurtado, admitió ayer el esplendor de las cifras, que dijo son una nueva muestra de la solidez y la solvencia del principal motor económico andaluz, si bien hizo el llamamiento a la prudencia habitual en estas situaciones.

Los datos aportan algunos elementos para la reflexión, y es que el turismo extranjero sigue mostrando síntomas de estancamiento también en la temporada alta. Así, la encuesta de Saeta señala que el contingente de extranjeros representa el 33% del total de turistas, cinco puntos menos que el año pasado. Mientras el mercado alemán mantiene su cuota (7%), hay un significativo descenso en el británico, cuya presencia pierde más de cuatro puntos y se queda en el 11%, aunque sigue siendo el emisor extranjero más numeroso.

Además, los turistas no se muestran propensos a aumentar sus gastos en las vacaciones. Cada día de estancia desembolsan 5.793 pesetas, 18 pesetas menos que en julio del año pasado. No todos son igual de exigentes. Sólo el 20% de los españoles queda plenamente satisfecho con la relación calidad/precio, proporción que en el caso de los extranjeros se dispara al 43%.

Uno de los datos más significativos de la encuesta es que por primera vez el alojamiento residencial tiene mayor peso que el hotelero. El 40% de los turistas de la primera quincena de julio pernoctaron en hoteles, tres puntos menos que en 2000, en tanto que el 43,6% optó por una vivienda, bien de alquiler o en propiedad.