Bruselas negocia la reforma del ovino y las ayudas a los frutos secos

Los ministros de Agricultura de la Unión Europea inician hoy en Bruselas su última reunión antes de las vacaciones de verano con dos puntos sobre la mesa muy importantes para el sector agrario español: la modificación de la Organización Común de Mercado (OCM) para el ovino y caprino y la prórroga de las ayudas para los frutos secos que afecta a unas 200.000 familias.

El sector de los frutos secos supone en España unas 640.000 hectáreas donde destacan la almendra, avellana y la nuez, en su mayor parte en superficies de secano. En 1999 Bruselas instauró ayudas para el sector mediante planes de mejora desde la producción a la comercialización durante 10 años que han supuesto unos apoyos anuales de casi 20.000 millones de pesetas.

El año 2000 finalizaron esas ayudas y España logró que se mantuvieran una campaña más. Las organizaciones agrarias Asaja, UPA, COAG y la Confederación de Cooperativas reclaman una continuación de las ayudas y, sobre todo, su consolidación en el futuro ligadas a la explotación.

Las ayudas al sector de frutos secos se justifican por los bajos rendimientos al estar generalmente en tierras marginales; un sistema de importaciones casi libres y la imposibilidad de competir con la almendra norteamericana de altos rendimientos o la avellana turca con mínimos costes de producción.

Los mayores productores

España cuenta con un censo de 23 millones de cabezas de ovejas y tres millones de cabezas de cabras y es uno de los mayores productores comunitarios en este sector. La actual regulación del mercado funciona fijando una cuota de animales por país y una prima por cabeza, variable cada año en función de las cotizaciones de mercado y los precios institucionales.

La propuesta comunitaria es fijar una prima fija de 21 euros para la oveja productora de corderos pesados y de 16,8 euros para oveja productora de corderos ligeros, a la que se sumaría una prima de siete euros por el concepto de zona desfavorecida.