Las becas, el 'punto débil' de la movilidad de los jóvenes

Las universidades que han preferido esperar a que sea obligatorio abrir todas sus plazas al conjunto del país (curso 2003/2004), no parecen estar jugando con desventaja a largo plazo. Las reticencias de las demás a tomar esta decisión anticipada tiene que ver en algunos casos con la política universitaria de sus comunidades autónomas. Sólo un dato: cuando Javier Solana era titular de Educación (entre 1988 y 1992) se planteó la posibilidad de crear el distrito abierto. Algunas comunidades, como Cataluña, pusieron el grito en el cielo.

Los motivos de los más reacios a abrir todas sus plazas a las demás comunidades, expuestos a menudo en las reuniones del Consejo de Universidades son básicamente dos: el rechazo de buena parte de los políticos de sus comunidades a recibir estudiantes de fuera y que sus alumnos sin recursos económicos no tengan plaza.

El objetivo del distrito abierto, aprobado por el Consejo de Universidades con el apoyo de todos los rectores, es que aumente la movilidad de los estudiantes entre comunidades autónomas. El presente curso tan solo 7.000 alumnos han estudiado en una universidad ubicada en una comunidad diferente a la que proceden (mediante el ya desaparecido sistema del distrito compartido), la mitad de los que salieron a Europa.

El 3,7% de becarios

Para el próximo, 70.000 personas han pedido una beca de movilidad del Ministerio de Educación (que tienen una cuantía de entre la 525.000 y las 820.000 pesetas para todo el curso académico, incluyendo las tasas de matrícula) y 56.000 las han conseguido. Esto representa el 3,7% de los 1,5 millones de estudiantes universitarios que hay en todo el país. Los expertos consultados coinciden en señalar como 'punto débil' de la implantación del distrito abierto la política de becas del Gobierno. La necesidad de incrementar las becas ha sido resaltada tanto en el conocido Informe Universidad 2000 o informe Bricall sobre la situación de la universidad española como reiteradamente por los partidos políticos de la oposición.

Según Gaspar Roselló, el asesor del rector de la Universidad Central de Barcelona en temas europeos 'hasta que no haya un política de becas seria será muy difícil que los alumnos salgan de su comunidad para estudiar'. El secretario general de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Félix García Lausín, resalta que las actuales becas 'no garantizan en absoluto la igualdad de oportunidades' por su cuantía y cantidad.

Otra de los puntos flacos de la implantación del distrito abierto, según los expertos, es que no haya ningún mecanismo que garantice que las calificaciones de selectividad sean equiparables en todas las comunidades autónomas.