Duran vaticina la crisis del Gobierno de CiU si falla la financiación

Un mal pacto de financiación sería para CiU el desastre y llevaría, casi necesariamente, a la ruptura con el PP, elecciones anticipadas y, más que probablemente, a una derrota de la coalición nacionalista. Este panorama fue el esbozado ayer en el consejo nacional de Unió por su presidente de gobierno, Josep Antoni Duran Lleida. El consejo aprobó siete expedientes a militantes críticos con la dirección del partido.

'Más allá de la voluntad de estabilidad' reiterada hasta ahora por los dos partidos conservadores, se configura un 'paquete de asuntos pendientes' cuya resolución debe producirse durante el otoño y que pueden 'inclinar la balanza hacia uno u otro lado', vaticinó Duran. El 'cargado' programa de los próximos meses, aseguró, acabará por 'incidir en 2003', año previsto para las elecciones autonómicas. Y uno de los factores más importantes es la financiación autonómica, cuya negociación, dijo, parece estar 'bien orientada', aunque matizó de inmediato que resulta complicado predecir cómo acabará.

Si el Gobierno central acomete una 'restricción autonómica', aseguró, 'será muy difícil para nosotros resistir la actual situación' y mantener las relaciones con el PP, que permiten la continuidad del Gobierno de Jordi Pujol.

Cualquier acuerdo, insistió Duran, debe incluir la transferencia de una cesta de impuestos, garantías de la autonomía de los ingresos para el Ejecutivo catalán, capacidad normativa con mayor autonomía en el gasto, participación en la agencia tributaria y la integración de la sanidad en el sistema, lo que equivale a la liquidación de la deuda.

Jordi Pujol ha comentado esta misma semana que la 'debilidad' de CiU durante esta legislatura hace más que difícil arrancar cualquier tipo de concesión del Gobierno del Partido Popular.