De compras en domingo

Las primeras aperturas de grandes superficies comerciales en domingo han reabierto la polémica sobre la conveniencia de liberalizar los horarios. Algunas autonomías, como es el caso de la Comunidad de Madrid, presidida por el popular Alberto Ruiz Gallardón, han tomado la bandera de la liberalización. En la capital de España los comercios podrán abrir 15 festivos este año. Otras comunidades, como Cataluña, han sido más prudentes alegando la defensa de pequeño comercio y sólo autorizan abrir nueve festivos en 2001. En Cataluña hay 24,4 comercios por 1.000 habitantes, frente a 17 en Madrid. La media española es de 21 comercios por 1.000 habitantes, según el Anuario comercial 2000 de La Caixa.

Por otra parte, las últimas encuestas disponibles del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), de finales de 1999, sostienen que la población cree mayoritariamente que los horarios deben ser decididos libremente por los propios comerciantes (45,6%). Es más, el 46,6% de los encuestados son partidarios de la libertad de horarios. Según la encuesta de la Cámara de Comercio de Barcelona de marzo-abril de este año, el 74,2% de sus afiliados se mostraban partidarios de mantener la actual legislación.

En 1999, el Ministerio de Economía estimaba que en Cataluña la suma total de las tiendas de alimentación era de 18.887, incluidos los supermercados de autoservicio de cualquier tamaño. De ello se deduce que los supuestos afectados por la apertura de los grandes centros comerciales en domingo y festivos son en Cataluña unos 15.000 pequeños comerciantes. El Instituto de Estudios de Libre Comercio (Idelco) afirma que ni la concentración de la distribución comercial es grave, comparada con la de otros países de la Unión Europea, ni se ha producido una caída en la facturación de los pequeños comercios en los últimos años, ni está disminuyendo el número de estos comercios, 'sino al contrario: se abren más de los que se cierran'.

Las supuestas víctimas de la liberalización de horarios alegan que no pueden competir con las grandes superficies y que, si se dan más facilidades a éstas, se pone en crisis un sector del que dependen muchos puestos de trabajo. El sector de la alimentación, bebidas y tabaco tiene en España una media de 1,93 empleados por empresa, incluido el propio titular, con un promedio de 37,7 metros cuadrados por establecimiento y 16,7 millones de pesetas de facturación anual. Los pequeños empresarios argumentan que no pueden abrir los días festivos porque los costes harían que sus negocios fueran deficitarios. La Associació de Botiguers i Comerciants de Catalunya cree que la ampliación de horarios puede costar 60.000 empleos. En cambio, las grandes superfícies comerciales venderán este año por valor de 120.298 millones de pesetas en Cataluña, según datos del Instituto de Estadística de esta comunidad autónoma.

Mientras tanto, los usuarios no sólo se preguntan si podrán comprar un domingo al mes en las grandes superficies comerciales, sino cuándo podrán adquirir productos frescos (fruta, verdura...) de noche como en París o Londres. Y si habrá que esperar a que los emigrantes, como ocurre en las ciudades mencionadas, rompan la disciplina y configuren una oferta más acorde con las necesidades de los ciudadanos, cuyo horario laboral coincide con el del comercio.