El Gobierno no logra recuperar la confianza

A primera hora de ayer, el ministro de Economía argentino, Domingo Cavallo, afirmó que su plan para lograr un déficit cero se aplicaría inmediatamente en la administración nacional, las provincias y los municipios. Al mismo tiempo, aseguró para lograrlo 'no se tendría que bajar ningún salario' siempre y cuando 'se termine con la injusticia, la corrupción, el privilegio y la ineficiencia'.

Cavallo también reconoció que 'en la actualidad está agotado el crédito para mantener nuestro nivel de gastos. Ésa es la realidad. El incremento de los tipos de interés en las subastas de deuda pública demuestra claramente que ya no tenemos crédito y debemos reformular nuestro plan fiscal nacional y en el conjunto de las provincias', dijo Cavallo.

'Y es muy simple', añadió el ministro, 'tenemos que ir rápidamente hacia el déficit cero, lo que implica que no tiene que aumentar la deuda. Debemos dejar de vivir de prestado y limitar los gastos a lo que podamos recaudar', concluyó.

Lo que los analistas en España se preguntan es cómo hará Argentina para reducir sus gastos manteniendo los puestos de empleo y los salarios, como aseguró que hará el presidente De la Rúa. La respuesta es una incógnita que esperaban que Cavallo revelase en la noche de ayer o, a más tardar, en la mañana de hoy.

El gran problema

Un reciente informe elaborado por el servicio de estudios del BBVA señala los tres principales problemas que Argentina debe superar: la falta de competitividad y la viabilidad del régimen de tipo de cambio, la sostenibilidad de la deuda, y la falta de confianza internacional. De los tres, el más importante es el último, porque los dos primeros pueden capearse si se recupera la confianza de los inversores.

El director del departamento de economía internacional del servicio de estudios de Caja Madrid, José ramón Díez, señala que en este momento, los inversores, principalemte en EE UU, creen que Argentina no podrá hacer frente a sus compromisos financieros externos a corto plazo si sigue perdiendo la confianza de los inversores al ritmo actual. Y que, además, la devaluación está cercana. 'Si se produce', dice Díez, 'será una catástrofe porque los bancos argentinos cargan con 40.000 millones de dólares de crédito al sector privado'.