'Tenemos corrupción, no impunidad'
Vicente Fox Quesada cumple hoy 59 años y sus primeros 12 meses como presidente electo de México, el país más rico de Latinoamérica, pero también uno de los que se enfrentan a mayores problemas sociales. En esas circunstancias, Fox, que hoy recibe en México al presidente del Gobierno español, José María Aznar -que sólo ha visitado en otra ocasión este país como presidente del Gobierno, en 1996-, hace un primer balance de su gestión.
El hombre que pasará a la historia por haber acabado con 71 años de régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha sentido el acoso de las críticas y ha reconocido públicamente que sus realizaciones no están a la altura de todo lo que había prometido. Pero defiende con uñas y dientes sus logros y su voluntad de responder a las expectativas que ha despertado.
Fox habla en su despacho de Los Pinos, residencia oficial de los presidentes mexicanos, sentado en mangas de camisa, con el cinturón que lleva su nombre en la hebilla bien visible y las botas vaqueras negras de las que no prescinde ni cuando se viste de gala. En un rincón del adusto despacho, una silla de montar y sus arneses labrados en plata recuerdan el rancho de Guanajuato que expresa la fortuna personal de este empresario que dirigió la Coca-Cola mexicana antes de presidir todo México.
'Hay acusaciones populares, de los ciudadanos, pero no hay una denuncia formal en contra del ex presidente Carlos Salinas de Gortari'
Pregunta. A un año de su elección y seis meses después de asumir la presidencia de México, ¿qué resultados positivos de su gestión prefiere destacar?
Respuesta. El primero de ellos, que mantenemos un altísimo respaldo ciudadano con más del 70% de aceptación y con más del 7,4% de calificación. Esto quiere decir que hay resultados y que estamos respondiendo a las expectativas de la gente. Segundo resultado, que cruzamos el cambio de Gobierno sin la consabida crisis económica y sin las consabidas devaluaciones. Tercer gran logro, haber sacado al PRI de Los Pinos después de 71 años, que eso en sí mismo ya tiene un alto significado. Cuarto logro, que en materia de contrabando llevamos incautaciones 36 veces superiores a cualquier récord anterior; en materia de crimen organizado y droga, hemos detenido a más de 4.000 criminales y narcotraficantes, al menos una docena de los cuales son grandes capos, y hemos extraditado por primera vez a Estados Unidos a 14 de ellos; las incautaciones, decomisos y destrucciones de campos de droga son los más altas de la historia, y en promedio son más del doble de lo que veníamos realizando. En materia de corrupción, lanzamos los tres programas: uno, que en toda licitación participa la sociedad civil, las universidades y los organismos empresariales, para que haya absoluta transparencia; todas las adquisiciones del Gobierno se ponen en Internet y todos los ciudadanos pueden ahora ver qué está comprando el Gobierno, a qué precio y a quién le está comprando; el tercer programa anticorrupción es que, en todas las ventanillas de servicios públicos, estamos enviando usuarios simulados que detectan quién ofrece mordidas o gratificaciones y lo estamos corriendo de inmediato. En el campo económico, hoy tenemos las reservas más altas de la historia, más de 40.000 millones de dólares (unos 8 billones de pesetas), la inflación más baja, ya inclusive similar a la de Estados Unidos de enero a mayo, la economía más grande de Iberoamérica, ya al tamaño de la economía española; las tasas de interés bajaron del 18% en enero al 8,5% en junio. Finalmente, en materia social, pusimos en marcha los programas para atender a los municipios más pobres y marginados del país, que va viento en popa, y pusimos en marcha el sistema nacional de becas y financiamiento. A diferencia de cualquier otro país, en México todo joven, a partir de ahora, así sea el más pobre de los pobres, sea hijo de un indígena o de un campesino, tiene garantizado llegar a la Universidad a través de una beca, con que sólo demuestre voluntad de querer seguir adelante con sus estudios.
P. Sin embargo, una de sus promesas más concretas, la de llevar la paz a Chiapas, sigue fuera del alcance de la mano porque el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) rechaza la ley de autonomía indígena. ¿Considera alguna iniciativa para retomar el diálogo, como seguir retirando tropas de la zona o liberar a más zapatistas presos?
R. Nosotros cumplimos todos y cada uno de nuestros compromisos de retirada del Ejército, de liberación de presos políticos, de seguridad para la marcha zapatista a la Ciudad de México... Hicimos absolutamente todo lo que nos correspondía. Desgraciadamente, la ley, tal y como quedó aprobada, no dio solución total al conflicto y me imagino que ahora el zapatismo está esperando que esta ley sea confirmada o rechazada por los Congresos estatales, puesto que es un cambio constitucional, y entonces veremos si -ojalá- podemos regresar al diálogo. De nuestra parte, haremos todo lo que esté de nuestro lado para que quede de una vez por todas resuelto el conflicto en Chiapas.
P. Por lo que se refiere a la lucha contra la corrupción, Param Cumaraswamy, relator del informe que prepara la ONU, dijo recientemente aquí, en México, que usted no ha cumplido; que entre el 95% y el 98% de los delitos siguen impunes gracias a una justicia indolente y corrupta. ¿Qué piensa hacer con los jueces?
R. Pues, no sé de qué está hablando ni sé quién sea ese señor, pero yo te puedo decir que Transparencia Internacional acaba de pasar a México del lugar 59 en materia de corrupción al lugar 51, y que esto apenas empieza porque yo espero, para el año que entra, mejorar al menos otros diez espacios. Hoy en México ya no hay impunidad, habrá corrupción...P. ¿No hay un problema judicial, según usted?
R. En cuanto a jueces federales está bastante reconstruido el sistema federal. No así en cuanto a la justicia local, pero yo me refiero a lo que está bajo el control y la administración del Gobierno federal.
P. Lo que dice de la policía la gente que vive aquí es que, a medida que avanza la lucha contra la mordida y el soborno, se ha creado un peligro nuevo porque los agentes van directamente a atracar al ciudadano.
R. Hay tres niveles de policía en nuestro país. Hay policía federal, que a su vez puede ser judicial o preventiva; hay policía estatal, y hay policía local. Yo puedo hablar de la federal, y en este sentido ni siquiera hemos despedido gente. Nos encontramos con los espacios ya vacíos. La policía judicial federal tiene 5.500 plazas autorizadas de las cuales estaban ocupadas 1.300 cuando nosotros entramos. Hemos estado contratando, y ya estamos en 3.500 plazas contratadas. ¿A quién hemos contratado? A quien tiene 12 años de educación cumplidos y nos muestra un título. El 45% de los contratados tiene título universitario. Hemos más que duplicado el sueldo. En lo que tiene que ver con la federal preventiva, éste es un cuerpo de élite, muy especializado, cuya membrecía mayor proviene del Ejército. La parte federal la estamos, pues, transformando.
P. Usted parece que duda todavía entre si hay que investigar las responsabilidades políticas del pasado o es mejor mirar al futuro.
R. Así es. Tenemos el ejemplo de España, donde se dejó el pasado atrás y se orientó la transición hacia el futuro. Tenemos otros ejemplos, donde los acuerdos han sido diferentes. No hay claridad en cuanto al éxito de aquellos que han tenido que ver con el pasado, y sí hay mucha claridad en los que han concentrado el esfuerzo hacia el futuro. Yo estoy evaluando esto, pero no es una evaluación personal. Lo estoy evaluando junto con mi Gabinete y posteriormente lo evaluaremos con la sociedad. En México no tenemos la figura del referéndum, pero lo voy a consultar por la vía de la encuesta y del diálogo directo. Con esos elementos haremos una propuesta antes de que termine el año.
P. Ni siquiera el caso concreto de Carlos Salinas de Gortari, que ha sido del que más se ha hablado...
R. Bueno, probablemente sea sobre el que hay más acusaciones populares, más señalamientos del pueblo, de los ciudadanos, pero no hay ni una denuncia formal en contra de Carlos Salinas de Gortari. Ciertamente que cuando se pusiera en marcha la Comisión de la Verdad, si es que se llega a poner en marcha, entonces pudieran llegar a verse casos como éstos.
P. La prensa ha informado recientemente de un escándalo de gastos suntuarios para su residencia, incluidas una toallas que costaron 4.000 pesos (unas 80.000 pesetas) cada una. ¿No le preocupa el efecto de esas noticias sobre su imagen?
R. Bueno, por supuesto que todo acto como ese de escándalo me preocupa. Sin embargo, hemos sido tratados muy injustamente porque, en primer término, es una iniciativa nuestra haber puesto en Internet todas las compras de productos por parte del Gobierno federal, sólo que lo hacemos en dos tiempos: primero ponemos el presupuesto, donde van precios estimados, y luego, una vez que se tiene la factura, ponemos el producto real que se compró, el precio y a quién se compró. Ahora, el tercer punto es que esas toallas no existen. Aquí, a Los Pinos, nunca llegaron. Fue un presupuesto, nunca fueron realmente adquiridas. Yo creo que aquí hubo un fenómeno de prensa, todo el mundo acusó sin tener pruebas. ¿Qué pasa en México? Que la prensa no estaba acostumbrada a tener esta libertad y a tener toda esta información que hoy tiene y está haciendo un uso a su antojo de esta información y muchas veces equivocado.
P. Más arriesgada todavía desde el punto de vista de los sondeos de opinión parece su iniciativa de gravar con un 15% de IVA los fármacos y los alimentos, en un país con 40 millones de pobres oficiales. ¿No hay otro medio menos traumático de dar un respiro a las finanzas públicas?
R. Bueno, hay un país con el cual puedo comparar, que tiene 1.200 millones de pobres, que es China, y tiene IVA del 17% y no tiene tasa cero ni exención alguna. Éste no es un asunto de pobres o de ricos. Hoy en día, los sistemas fiscales modernos van por la vía del consumo y no por la vía del ingreso y del impuesto de la renta. Donde se hace la justicia y la equidad es en el gasto precisamente, nunca se encuentra por la vía de la recolección de impuestos. Y en México tenemos educación gratuita para todos, y tenemos el sistema de becas que ya mencioné, y tenemos seguridad social para todos.
P. De todos modos, su situación política, al frente de un partido dividido (el Partido de Acción Nacional, PAN) y en coalición con otro con el que también hay grandes desacuerdos (el Partido de la Revolución Democrática, PRD), ¿no le resta la capacidad necesaria para realizar las reformas que predica?
R. Yo creo que con mi partido y con miembros de mi partido siempre hemos tenido un buen y sano debate. A veces la gente afuera piensa que en el fondo no estamos de acuerdo. Creo que hemos derrumbado ese mito frecuentemente, porque mi partido me ha apoyado todas las iniciativas que he mandado al Congreso. Somos un partido de un Gobierno que discute, que debate las ideas, pero que al final se une para sacar adelante los proyectos.
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