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Fotonoticia:

Agonía bajo el mar

La posidonia, que ejerce en las aguas costeras el papel de los bosques en tierra, ha sufrido pérdidas del 30% en 12 años

La intervención humana en las costas mediterráneas ha destruido en los últimos 12 años el 30% de las praderas de posidonia, una especie vegetal marítima importantísima para el mantenimiento de la pesca de bajura, la sedimentación de la arena de las playas y sus ecosistemas. Un estudio multidisciplinario apoyado con 50 millones de fondos Feder alerta que las pérdidas en el litoral español y las playas puedden ser irreparables.

El estudio denuncia la ausencia total de documentación sobre la distribución de estos bosques, sumergidos a no más de 40 metros de profundidad, que actúan de indicadores del estado del mar. Entre sus hojas acintadas, de un verde como la hierba de los prados (las algas tienen otros colores y carecen de raíces), se crían y refugian todos los seres vivos del litoral. Se las identifica como los ecosistemas más productivos de la biosfera.

Endémica del Mediterráneo, la posidonia goza de la máxima protección internacional. Es una planta terrestre injertada al mar como la ballena y otros mamíferos acuáticos. Tarda hasta 5.000 años en formarse una pradera y puede desaparecer en menos de dos, con sólo situar en su entorno el escape de un emisario de aguas residuales, como ha sucedido en San Pedro del Pinatar, en el Mar Menor de Murcia.

La polémica sobre esta especie se desató hace cuatro años, cuando el anterior director general de Costas, Fernando Marín, paró en seco la regeneración de playas con arena bombeada desde el fondo del mar.

Regeneración de playas

Marín fue tajante: 'Las regeneraciones son espectaculares y agradecidas. Pero exigí que no se podía sacar arena sin estudios de impacto ambiental. Un acuerdo raro eximía de este trámite a las extracciones inferiores a dos millones de toneladas, cuando la cantidad es irrelevante. El daño se hace en la extracción de la primera capa. He visto que la Ley de Declaración de Impacto Ambiental, recien aprobada, aplica el mismo criterio. Gran error'.

La paralización de la regeneración de playas suscitó un gran debate entre los ayuntamientos y los promotores urbanísticos frente a los ecologistas.

Un equipo integrado por el catedrático de Valencia Josep R. Medina; el físico Joaquín Tintoré, director del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea) de Baleares, y el biólogo Carlos M. Duarte trabaja en un estudio que intenta superar esa polémica, sumergida desde hace años en un diálogo de sordos. Los resultados no estarán listos hasta finales de año, pero se conoce un avance. No aciertan a comprender cómo una especie 'tan protegida' carezca de documentación (Marín encargó estudios en Canarias sobre otra familia de plantas vulnerables).

En contra de lo que se sospechaba, demuestran que la regeneración de playas con arena no es nociva, si se hace apropiadamente y según un modelo desarrollado por el equipo del catedrático Josep R. Medina.

En los casos estudiados (playas de Calpe, en Alicante; Chiches y Cabanes, en Castellón, y Magaluf, en Mallorca) 'no hemos encontrado ninguna influencia negativa, y si la hay, es positiva', afirma Medina. Las praderas están fuera de control. 'Te das cuenta de la pérdida irreparable al cabo de 10 años. Falta información y hay una desproporción entre la importancia que se les da y la atención que se les presta. Si comparas las cartas náuticas de los años sesenta, han desaparecido las praderas que había entre el norte de la costa valenciana hasta la de Murcia.Y más al norte, hasta Girona, se ha perdido la mitad. Las de Mallorca e Ibiza, son las que mejor se conservan', apunta Medina.

El azote de las posidonias son los emisarios de aguas residuales que las asfixian. También la proliferación de puertos deportivos. Para Duarte su principal enemigo es la dispersión de responsabilidades sobre la costa. Denuncia que el exceso de puertos deportivos (competencia autonómica) responde a intereses inmobiliarios no a la necesidad de amarres. 'Se hacen con los impuestos de los contribuyentes, mientras sólo una minoría privilegiada los disfruta. Su expansión rompe cualquier criterio de sostenibilidad. No es de recibo que en 100 kilómetros de costa se pongan en marcha 15 proyectos a la vez sin que se haga una evaluación de conjunto'.

Duarte cree que el Ministerio de Medio Ambiente debería liderar un esfuerzo integrado con las autonomías para inventariar las praderas de posidonia, identificar los tramos con problemas y proponer soluciones de recuperación. Si no es así, esta mítica planta, escogida por el papa Julio III como relleno de su colchón para evitar las chinches y utilizada por los egipcios para combatir el acné, corre aceleradamente hacia su extinción.

Pradera de posidonia en el litoral mediterráneo.
Pradera de posidonia en el litoral mediterráneo.IMEDEA

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