Aznar reitera que en 2002 propondrá la rebaja del IRPF y reprocha al PSOE su oferta fiscal

Aznar aprovechó ese pasaje sobre fiscalidad para propinar al PSOE el único golpe directo de su discurso al acusar a los autores de la idea del tramo único en el IRPF, asumida por la ejecutiva socialista, de incoherentes por cambiar de opinión para acercarse a las posiciones del PP.

El presidente alargó su discurso 62 minutos. En 1997, lo pronunció en 60 minutos; 75, en 1998, y 48 en 1999. Ayer leyó sin saltarse una coma 26 folios muy estructurados, llenos de planes, reformas, propuestas y leyes en su mayor parte conocidas.

Aznar lanzó irónicas referencias a la propuesta de tramo único planteada por el responsable de política económica en la Ejecutiva Federal del PSOE, Jordi Sevilla: "Yo no sé si bajar los impuestos es de izquierdas, de centro o de derechas. Pero me alegro de que ya no estemos tan solos en la defensa de las virtudes de bajar los impuestos y reducir tramos. Y me alegro también de saber que contaremos con nuevos e inesperados apoyos en los siguientes pasos que vamos a dar en esta materia".

El líder del PP remachó con nuevas alusiones a posiciones mantenidas en el pasado reciente por los socialistas en materia fiscal. "Hace tres años", recordó, "bajamos el impuesto sobre la renta. La oposición a esta rebaja fue frontal, y llegó hasta el Tribunal Constitucional. Los firmantes de aquel recurso dijeron que establecer un mínimo familiar y rebajar tramos reducía la progresividad del impuesto. Ahora la mitad de ellos sostiene exactamente lo contrario. A éstos les alabo su cambio de opinión. A la otra mitad le alabo su coherencia". El PP le ovacionó.

El resto del discurso de Aznar fue parecido a la lectura de un balance ante una junta general de accionistas. Una página por tema. A veces menos; un par de párrafos. Y con dos logros como aderezos constantes para cualquier plato: la reducción del paro en dos millones y medio de personas, y el récord de afiliaciones a la Seguridad Social, hasta alcanzar los 16 millones de cotizantes.

Aznar empezó por apuntarse los méritos del Pacto Antiterrorista, propuesto por el PSOE, y también el Pacto de Estado sobre Justicia. Sobre terrorismo, reiteró sus firmes principios, agradeció la cooperación socialista y anunció que los próximos Presupuestos "incluirán la fórmula que permita armonizar las pensiones extraordinarias de las víctimas del terrorismo o de sus familias". Sobre justicia, el presidente deseó que se incorporen en breve a la comisión de seguimiento del pacto los demás partidos. Después abordó la negociación del nuevo sistema de financiación autonómica y tampoco aportó datos nuevos. Quiere que sea más estable, con mayor corresponsabilidad y sujección de todas las Administraciones a la ley de estabilidad presupuestaria. Sobre el Concierto Económico Vasco, que expira este año, Aznar llamó a los nuevos responsables del Gobierno autonómico y de las instituciones forales a afrontar con "coherencia, responsabilidad y lealtad" su negociación "lo antes posible". El presidente, ayer, no lanzó las duras advertencias contra el Gobierno vasco de hace apenas un mes. Ahora pretende dejar el Concierto Económico fuera del "terreno de confrontación partidista o territorial".

El jefe del Gobierno instó, en el ámbito de la protección social y específicamente de las pensiones, a suscribir un pacto con los agentes sociales para salir al paso de los planes individuales privados con "una mayor extensión de los planes y fondos de pensiones de empresa", que ve menos importantes que en otros países del entorno y que promoverían ahorro a largo plazo y permitirían hacer frente al envejecimiento de la población. El presidente eludió dar explicaciones sobre los problemas macroeconómicos del país, particularmente la inflación, y atribuyó esos escollos al panorama europeo.