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Arias Cañete admite que puede llevar dos meses conocer el alcance real de la peste porcina

Esta circunstancia permite suponer que los animales pueden haber ido a parar a otras explotaciones. Según los sindicatos agrarios JARC y Copaga, sendas explotaciones de Les Ventoses (Noguera) y Sisteró (Segarra) ya se han visto afectadas. Es también la primera vez que la enfermedad afecta a madres reproductoras, por lo que no se descarta que el factor humano o el transporte hayan sido los transmisores del virus.

El gerente de Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC), David Coll, ha exigido que se haga un seguimiento de las crías y que se acoten las granjas a las que hayan ido a parar para evitar la propagación de la peste. 'Sabemos que durante los últimos 10 días no se han movido por la orden de inmovilización que afecta al ganado porcino', señaló.

Esta granja de cerdas reproductoras ya estaba inmovilizada desde hace una semana porque se encuentra en el área de vigilancia de 10 kilómetros del foco declarado en Penelles. Las altas temperaturas de los últimos días contribuyen a evitar la propagación de la enfermedad ya que, según los expertos, el virus se aletarga.

Desde Barcelona, donde participó en el foro de debate Tribuna Abierta, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, anunció ayer que los ganaderos y comerciantes responsables de la importación clandestina de cerdos enfermos de países del Este serán objetos de 'duras' sanciones por su 'enorme irresponsabilidad'.

Arias Cañete añadió que 'es muy grave haber ocultado el origen de la peste', porque, si se hubiera denunciado en un primer momento, se habrían podido establecer las medidas preventivas y atajar más rápidamente la enfermedad. Arias Cañete admitió que puede llevar hasta dos meses conocer el alcance real de la enfermedad.

De todos modos, el ministro se mostró confiado en que la epidemia se consiga confinar a una o dos provincias españolas, ya que si la peste procede del exterior, es relativamente más fácil controlarla y tiene una 'virulencia más limitada' que en el caso de un brote autóctono.

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Responsables del sindicato Unió de Pagesos (UP) insistieron ayer en que las mafias internacionales son las responsables de la entrada de la peste porcina en Cataluña. El sindicato agrario asegura que existen mafias o grupos internacionales que se dedican a hacer contrabando de cerdos procedentes de países del Este, donde los lechones cuestan unas 4.000 pesetas, cuando en la lonja de Mercolleida las cotizaciones oscilan desde hace meses entre 10.000 y 12.000 pesetas. Los contrabandistas hacen negocio con la diferencia de precios.

'Introducir un camión con cerdos no es como pasar una botella de whisky de Andorra, es más difícil, y por eso estamos convencidos de que esas mafias cuentan con ayuda de personas próximas a la Administración, ya sea de la española o de otros países europeos', indicó Josep Puigpelat, de Unió de Pagesos.

Pigber se defiende

Por otra parte, los abogados de la empresa Pigber, una de las integradoras bajo sospecha de haber importado ilegalmente lechones enfermos del Este, difundieron ayer un estudio, certificado por la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), según el cual los cerdos procedentes de la empresa nacieron en las mismas granjas de la explotación. Ello imposibilitaría, en teoría, que Pigber hubera importado animales.

Respecto a la granja clandestina de Arbeca investigada por los Mossos d'Esquadra porque en ella se concentraban los cerdos enfermos de otras explotaciones -una práctica que está prohibida desde 1997-, se ha confirmado que los animales no presentan síntomas de tener la peste. En un primer momento se sospechó que de esta explotación procedían los lechones sacrificados la semana pasada en una granja de Golmés.

Por otra parte, la Diputación de Lleida, gobernada en mayoría por CiU, rechazó una propuesta de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en la que se insta a la Generalitat a habilitar partidas presupuestarias para que las indemnizaciones por la peste también alcancen a los ganaderos integrados -es decir, a los que crían los cerdos sin ser propietarios a cambio de una cantidad por animal engordado- por el periodo improductivo. El grupo de CiU votó en contra de la propuesta porque cree que excluye a otros sectores afectados.

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