_
_
_
_
_

Israel asesina a un activista de Fatah en Nablús con un teléfono bomba

La nueva ejecución selectiva crea dudas sobre la voluntad de paz

La decisión de reanudar la guerra sucia contra los palestinos fue adoptada por el Gobierno de Ariel Sharon el pasado 20 de junio, en una reunión del Consejo de Ministros, después de que se produjera una serie de atentados contra responsables de seguridad del movimiento colono, así como la muerte de un teniente coronel de los servicios secretos israelíes del Shin Bet encargado de la contratación y de la coordinación de los colaboradores.

La última víctima, Osama Fathi Jawabrah, era uno de los máximos responsables de la organización paramilitar Halcones de Fatah, una de las plataformas más radicales de las milicias palestinas, que junto con los movimientos integristas se niega a acatar la orden de alto el fuego impartida hace 11 días por Yasir Arafat y Ariel Sharon. Jawabrah fue detenido hace dos semanas por la policía palestina, y después liberado, bajo la acusación de incitar a la violencia y negarse a acatar las órdenes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Más información
Temas:: Oriente Próximo

Ésta es la segunda vez en poco menos de dos meses que un dirigente político de Nablús es asesinado con una bomba instalada en una cabina telefónica, lo que presume la existencia en la ciudad de un comando secreto israelí que actúa con las manos libres a pesar de la vigilancia de las fuerzas palestinas, se aseguraba ayer en medios gubernamentales de la ANP. Nablús, en Cisjordania, y Rafah, al sur de la franja de Gaza, son los dos puntos más calientes y activos en la Intifada, donde a diario se producen incidentes a pesar de la tregua.

El atentado, que, como es usual en estos casos, Israel no reconoció, fue condenado por un portavoz del Gobierno de Arafat, quien aseguró que esta acción demuestra 'la negativa de los israelíes a acatar la tregua' y que la operación 'no ayudará precisamente a consolidar la pacificación'.

Pocas horas antes de que se reactivara la guerra sucia contra los palestinos, Sharon salía con dirección a Washington, donde tiene previsto entrevistarse con el presidente norteamericano, George Bush, y cerrar la operación de compra de medio centenar de aviones caza bombardero F-16. De camino, Sharon hizo escala en Londres para entrevistarse con el primer ministro británico, Tony Blair.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La ofensiva diplomática de Sharon en Estados Unidos tiene como objetivo neutralizar las maniobras políticas de la Casa Blanca, la Unión Europea y Naciones Unidas, que tratan de que se aplique las recomendaciones de la Comisión Mitchell, que permitan la reanudación del diálogo de paz. Israel se niega a la puesta en práctica de estas recomendaciones mientras no consiga la pacificación absoluta de los territorios autónomos, según recordó ayer el propio Sharon mientras volaba a Washington.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_