El PP responde al 'caso Piqué' con un ataque al PSOE por romper el consenso en política exterior

Tras la reunión del Comité Ejecutivo Nacional del PP, Arenas expresó ayer su 'seria preocupación por el comportamiento del PSOE, que todos los días está rompiendo el consenso en política exterior'. El dirigente del PP, que presidió la reunión ante la ausencia por razones familiares de José María Aznar, lamentó esa ruptura que 'tantos beneficios ha dado a España en los últimos años' y fundamentó su acusación contra el PSOE en la actitud de este partido con respecto a la renegociación frustrada del tratado de pesca con Marruecos; se remontó incluso a la campaña sobre el lino que afectó a Loyola de Palacio; y mencionó las polémicas sobre la visita de George W. Bush. Arenas indicó más tarde que esa queja se la había trasladado bilateralmente el responsable de relaciones internacionales del PP, José María Robles Fraga, a sus interlocutores del PSOE. Robles Fraga ha elaborado un informe detallado con todas esas posiciones críticas del PSOE en materia internacional.

Arenas sintetizó todas esas actuaciones del PSOE en una 'oposición de pancarta' y las relacionó con la dura respuesta de este partido a la resolución del Tribunal de Conflictos sobre el indulto del ex juez Javier Gómez de Liaño y también con el 'error' y la 'incongruencia' de 'intentar condicionar a la fiscalía' en el caso Piqué.

El número dos del PP rescató las recientes palabras amenazantes de Aznar en Goteburgo para volver a advertir al PSOE de que si quiere recuperar el clima de crispación 'ya superado' que se vivió hace unos años por culpa de los casos de corrupción, 'lo haremos con todas las consecuencias'.

Arenas desmintió luego formalmente que el PP vinculase sus denuncias contra el PSOE en política internacional con el supuesto acoso hacia Piqué justo el día antes de que hoy se reúna la Junta de Fiscales de la sección de lo penal del Tribunal Supremo para estudiar la propuesta del fiscal del caso Ercros, Bartolomé Vargas, para que el ministro declare como imputado por la venta por 41.000 millones de pesetas de Ertoil cuando era consejero de Ercros, propietaria de la petrolera. Sin embargo, el propio Arenas recalcó que el PSOE comete una 'grave incongruencia e inconsecuencia' al exigir al ministro de Exteriores que asuma responsabilidades políticas en ese caso cuando ese partido no las aceptó de cargos suyos que fueron imputados y condenados.

El código ético del PP

La dirección del PSOE, en cualquier caso, rechaza que esté poniendo en peligro la política exterior de España por considerar de difícil encaje el mantenimiento de Piqué al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores si la fiscalía le imputa por un presunto delito de alzamiento de bienes en su etapa como directivo de Ercros. Tanto el responsable del Grupo Parlamentario Socialista, Jesús Caldera, como la titular de Relaciones Internacionales, Trinidad Jiménez, pidieron al presidente del Gobierno, José María Aznar, como presidente del PP, que aplique el código ético de su partido, según el cual si un alto cargo se ve envuelto en un procedimiento judicial y resulta imputado, debe abandonar el cargo y, además, el partido abrirá una investigación interna.

'El PP debe recordar sus compromisos', señaló Caldera. El día anterior, en Barcelona, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez, pidió a Aznar que haga con el ministro Piqué lo que exigía al PSOE; es decir, la destitución de todo aquel que tuviera alguna relación con los tribunales.

Jiménez fue preguntada ayer en Antena 3 si coincidía con Zapatero en que 'había que echar' a Piqué, y señaló: 'Pues a lo mejor habría que echarlo'. En declaraciones a este periódico, precisó: 'Es el presidente del Gobierno quien debe evaluar si es conveniente que sea Piqué la cara visible de los intereses de España en el exterior si resulta imputado'. Caldera y Jiménez desmintieron que el PSOE haya roto el consenso en política internacional y achacaron ese problema a Aznar por su enfoque 'unilateral' de esos asuntos.

El coordinador de IU, Gaspar Llamazares, siguió la misma línea que el PSOE en el caso Piqué. Si los fiscales deciden que puede ser imputado, debería dimitir, dijo, no sólo por su responsabilidad, sino sobre todo porque ésa es la doctrina que Aznar defendió en la oposición, informa Carlos E. Cue.