Hoteles y agencias de viajes denuncian que la huelga causará un 'daño irreparable' al sector

'Esto nos lo trastoca todo', se lamentó Felipe Gaspar. La huelga de los pilotos de Iberia, que se inicia hoy e incluye otros nueve días distribuidos en los meses de julio y agosto, afectará no sólo al sector hotelero, sino a todos los sectores que viven del turismo. Y no sólo en España. 'A la primera industria nacional le hacen un daño tremendo en el extranjero', añadió el responsable de la patronal del turismo.

El impacto económico de la huelga en las cuentas del sector es 'incalculable', según Félix Arévalo, de la Asociación Española de Agencias de Viajes (Aedave). 'El perjuicio será irreparable', afirmó. Las agencias de viajes canalizan el 86% de la reserva y venta de billetes de avión. 'Los pilotos quieren poner de rodillas a la mitad de la industria turística, que es la primera industria del país', explicó Arévalo.

El sector teme que la huelga provoque un 'efecto disuasorio' entre los pasajeros que, alertados por la cancelación de cientos de vuelos por los paros de los pilotos, pueden decidir aplazar sus vacaciones para eludir el problema. Así, según el sector, el impacto económico sería aún mayor.

El papel de las autoridades Los consumidores creen que, ante la falta de acuerdo entre las partes, debe ser la Administración la que garantice el derecho de vuelo de los usuarios. 'Pedimos a la Administración una regulación taxativa de los derechos de vuelo, con servicios mínimos amplios', indica Enrique García, director técnico de la Unión de Consumidores de España. Esta organización recuerda a los consumidores su derecho a reclamar a Iberia y a Aena, propietaria de los aeropuertos españoles, por los retrasos aéreos derivados de la huelga. Antonio López, portavoz de CECU (Confederación Española de Consumidores y Usuarios) recomienda a los clientes evitar los vuelos con Iberia: 'Los que no tengan el billete comprado, que no hagan sus reservas con Iberia y quienes ya lo tengan, que reclamen'.

Precisamente estas prácticas disuasorias hacen temer a los sindicatos por el futuro de la compañía. UGT se está planteando organizar 'una huelga en paralelo' por parte del personal de tierra para expresar su rechazo a la actitud de los pilotos, según Juan José Hirschfeld, portavoz del sector aéreo de este sindicato. Por su parte, el líder de CC OO, José María Fidalgo, considera que las reivindicaciones de los pilotos son 'desmesuradas'.

Una visión completamente distinta es la que mantiene el personal de tripulación de cabinas de pasajeros (azafatas), que comparte 'totalmente' las reivindicaciones de los pilotos. María Belén López, portavoz de STAVLA, el sindicato mayoritario de este sector, señala a Iberia como responsable del conflicto: 'Esta huelga la podía haber evitado la dirección [de Iberia], pero no saben cómo dirigir las relaciones laborales'.

El conflicto en Iberia es una ventaja potencial para sus rivales. Air Europa y Spanair han incrementado sus servicios de cara a la huelga de pilotos prevista para hoy ante un posible aumento de la demanda.

Tensión en los aeropuertos Lo que sí que preocupa a estas compañías es la repercusión del mal ambiente que hoy puede vivirse en los aeropuertos. Los servicios mínimos garantizarán 723 vuelos de Iberia, mientras que lo normal en un día es que operen un millar de vuelos. El temor reside en si los pilotos respetarán los mínimos o, en su defecto, si adornarán la protesta con una huelga de celo (cumplimiento a rajatabla del reglamento que se traduce en demoras).

Algunos pasajeros ya pidieron información ayer sobre la huelga en la oficina de atención al cliente de Iberia en el aeropuerto de Barajas, donde el día transcurrió con normalidad. Iberia ha informado a los pasajeros de las cancelaciones (a través de la prensa o por telefóno) y confía en que hoy los problemas sean mínimos. Aena intensificará sus servicios de información al cliente.

En cualquier caso, el día previo a la huelga ya fue un inconveniente para algunos viajeros. Como Pedro López, usuario habitual del puente aéreo que tuvo que viajar ayer a Barcelona, un día antes de lo previsto, para asistir a una reunión. 'Mi mujer, mi empresa, que ha tenido que pagar otras 12.000 pesetas por una noche de hotel, y yo estamos encantados con los pilotos', explicó con ironía de camino a su avión.