Los ganaderos pedirán al Gobierno que paralice todo el ganado si hay otro brote de peste porcina

Tras conocerse que son ya cuatro los focos de peste porcina en España, tres en Lleida y uno en Castellón, las alarmas se han encendido en toda España y las autoridades de las comunidades autónomas han empezado a tomar las primeras medidas para evitar los contagios. Los veterinarios informaron ayer que no han encontrado indicios de peste en las quince granjas de Cuenca examinadas, pero el presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios, Juan José Badiola reconoció a Servimedia que teme que la gran movilidad de animales de todo tipo en España haya podido extender la enfermedad.

La Junta de Castilla y León, donde se concentra la segunda mayor cabaña de porcino tras Cataluña, ha inmovilizado más de 400 cerdos procedentes de Cataluña, repartidos en un centenar de granjas de cinco provincias de esta Comunidad -que no ha precisado para no sembrar la alarma-, como medida cautelar. Lo mismo ha ocurrido en Cataluña, Aragón y Comunidad valenciana.

Las medidas han sido criticadas por insuficientes por algunas organizaciones agrarias. Para el secretario provincial de COAG y presidente de la Cámara Agraria de Segovia, Gregorio de la Fuente, resulta muy extraño la prohibición de que se mueva ganado únicamente procedente de Cataluña, cuando la granja en la que ha surgido el foco de peste porcina se encuentra en una comarca que linda con Aragón, informa Aurelio Martín.

En esas circunsatancias, han empezado a escucharse voces en el sector que proponen que se prohíba el trasiego de animales en toda España ante la imposibilidad de determinar dónde se ha generado el brote. El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Fernando Moraleda, aseguró ayer que apoya, pero considera que el Gobierno central 'debería haber tomado ya carta en el asunto'. 'Es lamentable', afirmó ayer Moraleda, que el ministro de Agricultura, Miguel Arias-Cañete, ' no haya ofrecido todavía ninguna explicación sobre el nuevo brote de peste porcina'. El representante de la UPA reclamó a las autoridades de los gobiernos autonómos y a Agricultura que extreme las precauciones y el control sobre el trasiego de ganado en toda España. Moraleda aseguró que su organización pedía la inmovilización de toda la cabaña ganadera, y no sólo del porcino, en caso de que se descubra un nuevo brote. 'Las pérdidas generadas por esa medida no serían comparables a las que puede ocasionar la extensión de la peste a toda España', dijo. La peste porcina de 1997 ocasionó pérdidas de 22.000 millones de pesetas.

El presidente de la Sectorial de Ganadería de las Cooperativas valencianas, Jordi Beltrán, reclamó la puesta en marcha de un plan nacional de instalaciones para la desinfección del porcino que impida la expansión de la epidemia.