_
_
_
_

La protesta antiglobalización más violenta contra la UE destroza el centro de Gotemburgo

La falta de seguridad obliga a suspender la cena de gala de los jefes de Estado y de Gobierno

El parte de la batalla se elevaba la pasada madrugada a tres manifestantes heridos de bala, 12 policías heridos, ninguno de gravedad, y cerca de 400 detenidos, según confirmó el ministro de Justicia sueco, Thomas Bodström, quien reconoció que algunos policías tuvieron "gestos de desesperación" y que pudieron "perder el control". Bodström acusó a los manifestantes de "atacar a la democracia".

Además, cuatro delegaciones participantes en la cumbre de la UE, las de los países del Benelux y Finlandia, hubieron de ser desplazadas de sus hoteles, situados en la citada Kungsports Avenyn, porque las fuerzas del orden no garantizaban su seguridad.

Desde las ocho de la mañana. unas 20.000 personas caminaron hacia las inmediaciones de la estación central, a unos 500 metros de donde se celebra la cumbre. Aunque el presidente estadounidense, George Bush, ya se había marchado a Polonia, los eslóganes no difirieron mucho de los de la manifestación, más tranquila, de la víspera: "Menos beneficios y más pueblo"; "Salvad la tierra" e improperios contra el euro. El público tampoco era distinto. Junto a sindicalistas maduros, mujeres con niños e inmigrantes, dominaban los adolescentes de todos los estilos: punk, grunge, surfistas de pantalones caídos, vampiros engominados y unos cuantos centenares de guerrilleros urbanos, con sus capuchas y antifaces negros. Fueron éstos los que, sobre las once de la mañana, se enfrentaron a los agentes que les cerraron el paso hacia la cumbre.

Más información
Los líderes dialogan con la calle
Francia y Alemania bloquean el calendario de ampliación de la UE
Rusia y EE UU intentan superar hoy sus disputas en Eslovenia
La militarización del pensamiento político
Francia y Alemania logran aligerar de compromisos el calendario de la ampliación
Berlusconi se ofrece a negociar con los grupos antiglobalización
El mayor partido de la izquierda italiana se sumará a la protesta contra el G-8 en Génova
"Consejos para un megapollo como la cumbre del G-8"

Los antidisturbios, parte de los 1.700 desplegados en torno al evento, primero les dejaron hacer. Los jóvenes arrancaron adoquines y los lanzaron sobre la policía, que se limitó a aguantar el chaparrón. La provocación siguió durante una hora, pero a las doce irrumpió la caballería y dos centenares más de agentes, algunos con perros y otros gritando y golpeando con porras sus escudos. La violencia llegó al cenit y la calle se llenó del humo de los botes y de los incendios provocados. "Arde la democracia, y la culpa la tienen ellos", filosofa una joven que acusa a los agentes. El primer ministro sueco, Göran Persson, calificó los hechos de "una tragedia que, por desgracia, volverá a repetirse en el futuro".

Un grupo de manifestantes choca con agentes antidisturbios en el centro de la ciudad de Gotemburgo.
Un grupo de manifestantes choca con agentes antidisturbios en el centro de la ciudad de Gotemburgo.ASSOCIATED PRESS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_