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Barcelona sigue vaciándose de habitantes en favor de los pequeños municipios del área metropolitana

La capital catalana perdió más de 21.000 habitantes en 1999 y L'Hospitalet, 4.300

El Instituto de Estadística de Cataluña (IDESCAT) dio a conocer ayer los datos sobre migraciones de 1999, un año en el que se registraron dentro de Cataluña casi 170.000 cambios de residencia, lo que supone un aumento de casi el 80% respecto a 1992. En términos relativos, en 1999 cambió de residencia el 2,7% de la población de Cataluña.

Sin embargo, el saldo migratorio entre Cataluña y el resto de España es prácticamente cero y ha permanecido estable durante toda la década de los noventa. En 1999 abandonaron Cataluña para instalarse en otros lugares de España 28.600 personas, mientras que 26.863 españoles se empadronaron en Cataluña. Andalucía sigue siendo la comunidad autónoma que registra más intercambios migratorios con Cataluña, con unas 7.000 salidas en ambos sentidos, seguida por la comunidad valenciana, Madrid y Aragón. El 42% de los catalanes que emigraron a otras partes de España eran nacidos en Cataluña, mientras que el 40% habían nacido fuera y retornaban a sus lugares de origen. Por el contrario, entre la inmigración que llega a Cataluña, sólo el 23% de los que regresan son nacidos en Cataluña. La población que sale de Cataluña tiene una media de edad superior a la de la población que llega del resto de España. Entre los 15 y los 35 años hay un porcentaje superior de entradas, mientras que a partir de los 35 es mayor el número de salidas.

Por lo general, puede decirse que la población del área metropolitana de Barcelona se mantiene estable, aunque la mancha urbana se extiende y desciende la población de la capital. Los grandes municipios pierden población y la ganan los de tamaño pequeño y medio. Las ciudades de más de 50.000 habitantes han perdido en su conjunto 33.000 habitantes. Por el contrario, los municipios de entre 10.000 y 50.000 habitantes han ganado en su conjunto 12.000; los de entre 2.000 y 10.000 han registrado un saldo neto de 15.000; y los de menos de 2.000 habitantes han crecido en 6.000 personas.

En términos absolutos Sant Cugat del Vallès y Sant Feliu de Llobregat son los municipios que más población han ganado, pero proporcionalmente los saldos migratorios más importantes, además de Calafell, que ha ganado 75 personas por cada 1.000 habitantes, son los de Sant Quirze del Vallès (47), El Vendrell (44,3), Martorell (40,9) y Les Franqueses del Vallès y Sant Andreu de la Barca (36). Por comarcas, sólo pierde población el Barcelonés, que registra más de 30.000 salidas. Ganan las del área metropolitana: Vallès Occidental, Baix Llobregat, Maresme y Vallès Oriental.

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