Una plaga de pulgas obliga a cerrar el juzgado de guardia de Palma

Una plaga de pulgas detectada el pasado fin de semana en las oficinas del juzgado de guardia de Palma de Mallorca forzó ayer al cierre de estas dependencias para poder proceder a una fumigación general. Una limpiadora, varios guardias de seguridad y funcionarios administrativos judiciales denunciaron haber sido víctimas de las picaduras de los insectos pulex irritans, que invadían los dormitorios de los empleados de guardia, los calabozos, la clínica médico forense y la misma oficina del juzgado.

Las dependencias afectadas por la invasión de insectos se hallan situadas en la planta sótano del edificio judicial situado en el centro de la ciudad de Palma.

Las quejas expresadas el sábado por los afectados de la oleada de pulgas motivaron que el juez decano Pedro Barceló ordenase el sellado de las oficinas y la contratación de una empresa especializada. Una primera fumigación insecticida fracasó al no lograr eliminar la ya extensa colonia de parásitos.

El sindicato independiente de funcionarios CSIF ha denunciado la falta de medidas higiénicas y ha reclamado la presencia de un inspector de trabajo. Mientras se prolongue el cordón sanitario en la sede fija del juzgado de guardia éste se ubicará por turno en distintas dependencias.