La Unión Europea comunica a Irlanda que el Tratado de Niza es intocable
La UE pactará con Dublín una declaración adjunta al texto para facilitar otro referéndum
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea aclararon ayer a su homólogo irlandés, Brian Cowen, que están dispuestos a encontrar 'una solución' pactada con el Ejecutivo de Dublín para que, a través de un posible protocolo o declaración adjunta al Tratado de Niza, los irlandeses puedan manifestarse de nuevo en otro referéndum. Pero insistieron por dos veces en las conclusiones de su reunión de ayer en Luxemburgo, que 'excluyen cualquier renegociación del texto aprobado en Niza'. El Tratado de Niza diseña el reparto de poder en Europa tras la ampliación de la UE a los países del Este.
Cowen inició su intervención explicando la versión del Ejecutivo irlandés -'muy honesta', según personas que le escucharon- sobre los motivos que han llevado a los irlandeses a rechazar Niza y, de paso, poner en entredicho el proceso de ampliación de la Unión Europea. El ministro dio garantías a los otros 14 países de que su Gobierno desea conseguir la ratificación del tratado y de que pondrá todos los medios para que la ampliación de la Unión Europea sea un éxito.
Por eso, la UE insistió ayer: 'Los otros 14 países han expresado su disposición a contribuir de cualquier forma posible a ayudar al Gobierno irlandés a encontrar una salida teniendo en cuenta los problemas que refleja el resultado' del referéndum. Es decir, que todos están dispuestos a pactar ese 'protocolo o declaración', como admitió el ministro español, Josep Piqué, aunque ahora están a la espera de que el Consejo de la Unión elabore un informe jurídico sobre las posibles vías para superar el bofetón irlandés Pero los Quince también pusieron ayer de manifiesto que, aunque 'respetan la voluntad del pueblo irlandés', todos 'expresaron su disgusto por los resultados del referéndum'.
Cowen comentó a sus homólogos, según dijo ante los periodistas, que obviamente los irlandeses tienen 'preocupaciones y ansiedades' que hay que abordar, pero que aún es pronto para decidir 'cómo y cuándo' puede celebrarse, por ejemplo, esa segunda consulta popular o bajo qué fórmulas. Piqué insinuó que la declaración o protocolo podría recoger garantías sobre la neutralidad de Irlanda o sobre el mantenimiento de la política de cohesión toda vez que Irlanda dejará de recibir fondos europeos a partir de 2006 con la incorporación de nuevos países. No obstante, el presidente de la Comisión, Romano Prodi, recordó que en el Tratado de Niza 'no hay nada' que afecte a la neutralidad de Irlanda.
El mea culpa entonado por Cowen sobre cómo ha actuado su Gobierno durante la campaña del referéndum -Piqué comentó que había sido 'casi una autocrítica'- fue asumida también por Anna Lindh, ministra de Exteriores de Suecia, país que preside este semestre la Unión Europea. 'La Unión debería explicar mejor los problemas a los ciudadanos', reconoció. A la vez que trataban el problema irlandés, los ministros de Exteriores de los Quince quisieron reafirmar en su comunicado 'la importancia histórica del proceso de ampliación y la prioridad que dan al éxito del mismo'. Por eso, como insistió el titular francés, Hubert Védrine, los Quince se han comprometido, pese al tropiezo irlandés, a mantener los pasos previstos para que el Tratado de Niza sea ratificado antes de que concluya 2002 por los Parlamentos nacionales, así como por Irlanda a través de la única fórmula posible: un segundo referéndum.
En la reunión de ayer en Luxemburgo intervino por primera vez el nuevo titular británico de Exteriores, Jack Straw, presentado por Lindh. Straw se mostró partidario de negociar 'una solución' para el segundo referéndum.
Críticas de Prodi
Si Cowen o Lindh hicieron sus autocríticas, quien protagonizó otra de sus habituales salidas de tono fue el presidente de la Comisión, que eligió probablemente el peor día para recordar que a él tampoco le gusta el nuevo tratado. 'No tengo entusiasmo' por el texto, dijo, para añadir que, si hay que elegir 'entre la imperfección y el desastre', es mejor inclinarse 'a veces por el mal menor'. Romano Prodi, en una comparecencia ante los periodistas durante la cual se expresó de forma insegura y titubeante, fue preguntado si aceptaba alguna responsabilidad por lo ocurrido, o si la aceptaba el comisario de Economía, Pedro Solbes, quien dio hace tres meses un rapapolvo por aprobar el Gobierno irlandés unos presupuestos expansivos. 'No tenemos ninguna responsabilidad', respondió tajante en esta ocasión. El presidente del Ejecutivo comunitario sumó una crítica más a Niza al asegurar que se trata de un texto 'difícil de comprender' por los ciudadanos. Añadió que, pese a todo, acabó pidiendo a los Estados miembros que ratificaran el tratado por entender que era necesario para acometer la ampliación de la UE. La primera crítica solemne y oficial al Tratado de Niza la hizo el propio Prodi ante el Parlamento Europeo en diciembre pasado, a las 48 horas de concluir su redacción.
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