EE UU retira las trabas para la integración de China en la OMC
Pekín y Washington dan por zanjado el incidente del avión espía
Estados Unidos, la primera potencia económica mundial, y China, el país más poblado del mundo, han salvado los últimos obstáculos que bloqueaban la integración del gigante asiático en la Organización Mundial de Comercio (OMC). El acuerdo alcanzado en Shanghai permite aventurar la plena integración de Pekín en la OMC justo a tiempo para participar en la reunión prevista para noviembre en Qatar.
En la reunión de noviembre casi centenar y medio de países volverán a intentar crear un nuevo marco para la liberación del comercio mundial, acuerdo que no se pudo alcanzar en 1999 en Seattle debido, en parte, a espectaculares protestas callejeras.
China llevaba 14 años intentando asociarse a la OMC. La carrera se había acelerado en los dos últimos, pero aún quedaban pendientes importantes detalles, en particular el monto de las subvenciones agrarias, derechos comerciales, distribución y garantías de acceso a mercados. Washington llevaba la iniciativa negociadora con Pekín y esta semana ambas partes han llegado a un acuerdo en una serie de contactos mantenidos en Shanghai durante la reunión de ministros de Comercio de la Cooperación Económica Asia Pacífico.
Robert Zoellick, representante de Estados Unidos, y el ministro chino, Shi Guangsheng, limaron las últimas asperezas. 'China y EE UU han acordado que deberán trabajar juntos en Ginebra para completar el acceso de China a la OMC', manifestó Zoellick en un comunicado. Shi, en declaraciones a la agencia Xinhua, aseguró que ambas partes habían alcanzado un pleno consenso. 'Esto ha servido para crear importantes condiciones con vistas a la 16ª reunión del grupo de trabajo sobre China a celebrar en Ginebra a finales de mes , y para concluir las conversaciones sobre el acceso de China a la OMC en una próxima fecha'.
Las partes no han revelado los detalles del acuerdo, empantanado por la insistencia de China de ser tratado como un país en vías de desarrollo, lo que le permitiría otorgar subvenciones a la agricultura de hasta el 10% de la producción, frente al tope del 5% que se concede a los países desarrollados. Agricultores de Estados Unidos, Australia y otros países exportadores de productos agrícolas presionaban a sus gobiernos para que no accedieran a las demandas de Pekín.
China, que ahora tiene estatuto de observador en la OMC, desea participar como miembro de pleno derecho desde el principio de la nueva ronda negociadora para liberalizar el comercio mundial que debe abrirse a finales de año en Qatar. Pekín se ve a sí mismo como potencial líder de los países menos desarrollados, que consideran que son Estados Unidos y los desarrollados quienes mueven la OMC en función de sus intereses.
El consenso de Shanghai suaviza las tensas relaciones entre Pekín y el Estados Unidos de George Bush, quien, frente a la consideración de Bill Clinton de China como 'socio estratégico', tiene a Pekín como 'rival estratégico'. La situación alcanzó un punto extremadamente bajo en abril, cuando un avión espía estadounidense se vio obligado a aterrizar en China tras colisionar con un caza chino y las autoridades se incautaron del aparato y retuvieron varios días a la tripulación. Pekín ha devuelto la casi totalidad del avión.
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