Las centrales térmicas previstas aumentarán las emisiones de CO2 más de un 50% en 2010

Según las últimas cifras que maneja la Consejería de Industria, la Comunidad consumió en 1998 gas natural correspondiente a 1.668.000 toneladas equivalentes de petróleo (tep). Lo que es lo mismo que un volumen de 1,7 kilómetros cúbicos de gas o 1,7 bcm -en siglas inglesas, un billón americano (mil millones) de metros cúbicos-.

Ese mismo año, el consumo de gas en España (situado en el año 2000 en 17 bcm) fue de 11,8 bcm, es decir, la Comunidad gastó en 1998 el 14,14% de todo el gas que llegó a España. La mayoría del gas se destina al uso industrial, que acapara el 96%, con 1,6 millones de tep. El sector servicios emplea apenas el 1% y el sector doméstico el 3%. Del consumo de la Comunidad Valenciana la inmensa mayoría corresponde a la provincia de Castellón, que con 1.270.000 tep acapara el 79,1% del gas utilizado. Le sigue de lejos Valencia, con 295.000 (el 18,3%) y Alicante, con 40.000 (el 2,4%).

Las centrales térmicas de ciclo combinado producen energía turbinando tanto el gas durante su combustión como el vapor de agua que genera. Tienen un rendimiento energético de alrededor del 60% del potencial de este combustible, con lo que superan ampliamente a los obtenidos en otras plantas térmicas convencionales, de carbón o fuelóleo, que apenas llegan al 30%. Es decir, para producir la misma energía emiten la mitad de CO2.

En los últimos años han proliferado hasta una treintena de proyectos para construir centrales térmicas de ciclo combinado por toda España. Elías Velasco, director general de Unión Fenosa, eléctrica que ha entrado con fuerza en el sector gasístico, calcula que el consumo en España pasará de los 17 bcm actuales a 44 en el año 2010. Y todo apunta a que gran parte de ese aumento se digerirá en la Comunidad Valenciana.

Así, Iberdrola construye ahora su propia planta en Castellón con una capacidad de producción de 800 megavatios, energía similar a la que produce la central nuclear de Cofrentes. Unión Fenosa proyecta en Sagunto otras dos plantas de 1.200 megavatios, que entrarán en funcionamiento a mediados y a finales de la década. Intergén, una filial de la multinacional petrolera Shell, impulsa su propia factoría en Catadau, con capacidad prevista de 1.200 megavatios.

Por último, Hidrocantábrico quiere hacer una planta más modesta, 400 megavatios, para la que todavía no tiene ubicación (se especula con Segorbe o Alicante).

Cálculos usuales

En total, serán cinco centrales con una potencia de 4.800 megavatios. Y según los cálculos usuales, una planta de gas de 1.000 megavatios funcionando al 75% (6.600 horas al año) consume 1,7 bcm y emite a la atmósfera 3,2 millones de toneladas de CO2.

Es decir, las cinco centrales de la Comunidad consumirán en 2010 un total de 8,16 bcm, lo que supondrá el 18,5% del consumo total español. Y ese aumento, sin contar con otros consumos, supondrá multiplicar casi por seis el gasto actual (subida del 480%).

En cuanto al CO2, España envió a la atmósfera en 1997, según la OCDE, 271 millones de toneladas. Si a la Comunidad Valenciana se le asigna la décima parte, las centrales aumentarán la contaminación en 15,36 millones de toneladas, un 56% más que en el año 1997.