La NASA fracasa en su intento de poner un avión a 7.700 kilómetros por hora
La nave fue destruida desde tierra tras quedar descontrolado el cohete propulsor
La Dirección Nacional del Aire y el Espacio abortó la prueba de su avión ultrasónico X-43A y destruyó el cohete propulsor segundos después de que fuera lanzado desde un avión B-52 sobre el océano Pacífico. 'El cohete Pegasus quedó fuera de control y, al parecer, se estaba rompiendo a pedazos', dijo Alan Brown, portavoz de la agencia espacial estadounidense NASA. Brown no ocultó ayer su decepción por el fracaso del experimento realizado el sábado. 'No sabemos por qué el lanzador abandonó su curso, y no lo sabremos hasta que tengamos todos los datos', dijo por su parte el portavoz del Centro Dryden de Investigaciones Aéreas en la Base Edwards (California), Leslie Williams.
El avión B-52 modificado transportó al cohete Pegasus y su carga, el avión sin piloto X-43A, desde una base de la Fuerza Aérea en California hasta una zona del Pacífico, y el cohete debía impulsar al avión experimental a unos 30.500 metros de altura antes de lanzarlo. En cuanto se advirtió que el cohete estaba descontrolado, el director de la prueba, Brian Neil, tomó la decisión de destruirlo siguiendo los procedimientos establecidos, dijo Brown.
El cohete Pegasus
Las maniobras fueron filmadas por cámaras ubicadas a bordo de dos cazas F-18 y retransmitidas en directo. El X-43 debía ser lanzado a 29.000 metros de altura con la ayuda del cohete Pegasus, colocado en el vientre de un bombardero B-52. El avión debería así alcanzar una aceleración siete veces superior a la velocidad del sonido (mach 7), lo que equivale a 7.700 kilómetros por hora.
Una explícita decepción apareció entre los responsables de la NASA por haber perdido la oportunidad de realizar la primera prueba de vuelo tras cinco años de ensayos y más de 600 pruebas en tierra. Construido por la firma norteamericana MicroCraft, el X-43 es una máquina de pequeño tamaño (3,6 metros de largo por 1,5 metros de envergadura) que tiene potencialmente la capacidad de volar a mach 10 (11.000 kilómetros por hora). Un perfil aerodinámico plano y líneas afiladas le confieren un aire completamente futurista.
El vuelo experimental establecía que el X-43 se separaría del cohete y volaría durante 11 segundos a mach 7, tiempo que permitirá transmitir unos quinientos parámetros de vuelo a los ingenieros de tierra, incluida la presión y la temperatura sufridas por el aparato. Unos diez minutos más tarde, el avión debería caer al mar, y para limitar el coste del programa (que se elevó a 185 millones de dólares -más de 36.000 millones de pesetas-) no estaba pensado proceder a su recuperación.
Las autoridades estadounidenses tienen programados otros dos tests de vuelo: uno se realizará en el invierno a mach 7, y otro a mach 10 a finales de 2002. El X-43 es el fruto de 20 años de investigaciones en la tecnología llamada Supersonic Combustible Ramjet (scramjet), basada en el principio de la propulsión por estato-reactor a combustión supersónica.
Contrariamente a los cohetes que deben llevar enormes reservas de oxígeno necesarias para la combustión de hidrógeno líquido, los estato-reactores toman su oxígeno directamente de la atmósfera.
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