Los niveles de ozono superan hasta 20 veces al mes los límites de protección de la salud
La recomendación es no superar esas barreras en más de una veintena de ocasiones al año
El problema de la contaminación atmosférica por ozono troposférico se ha cronificado en la Comunidad Valenciana. Si el ozono (molécula con tres átomos de oxígeno, en vez de la asociación más frecuente: de dos) en la ionosfera es beneficioso para filtrar radiaciones peligrosas (de ahí el peligro del agujero de la capa de ozono), en las capas bajas de la atmósfera (en la troposfera) es perjudicial para la salud por su alta capacidad oxidante, que en personas sensibles, y hasta en deportitas que hagan ejercicio en las horas críticas, puede ocasionar problemas respiratorios. Y en el litoral del Mediterráneo se presenta con unos índices muy altos a lo largo de muchos meses, sobre todo en verano.
El nivel de protección de la salud está ahora en 120 microgramos por metro cúbico detectados como media durante ocho horas. Según Millán Millán, director del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM), que se encarga de controlar la calidad del aire, la barrera se situaba antes en 110 microgramos (cifra que prefería la OMS) pero, dado la cantidad de veces que se superaba, la UE forzó un cambio al alza de la cifra.
Otro de los límites es el del umbral de información a la población, situado en 180 microgramos de media, en este caso en una hora. Millán considera que estos límites sirven mejor para evaluar el problema en los países del centro y norte de Europa, en los que la contaminación tiene momentos críticos, pero no en el Mediterráneo occidental, donde la presencia es constante y elevada pero no sufre picos que superen los niveles críticos, de manera que el problema queda enmascarado.
'En el centro de Europa se dan picos más altos, de hasta 500 microgramos por metro cúbico y niveles de 200 o 300 durante cuatro o cinco días seguidos, pero son esporádicos, el resto del tiempo los niveles son más bajos que aquí', explica Millán, 'y nosotros tenemos picos más bajos pero niveles elevados crónicos'. Así, aunque el umbral de aviso a las personas sensibles, el de 180 microgramos en una hora, sólo se supera cinco o seis veces al año, las barreras de protección para las salud se traspasan 'hasta 20 veces en un mes', cuando la OMS y la UE recomiendan no traspasar estas barreras más de 20 veces en un año. Pero como las normas europeas sobre contaminación se cocinan a la medida de los países del norte y centro del continente, es difícil abordar el problema en España en todas sus consecuencias.
El CEAM, conforme a un convenio con la Generalitat, ofrece a diario un parte de la evolución de la concentración de ozono, los niveles medios y máximos alcanzados en cada una de las 29 estaciones de medición de la contaminación de la Comunidad Valenciana y las previsiones para el día, información que se puede consultar desde mayo a septiembre en la página web de la Consejería de Medio Ambiente (se accede desde www.gva.es).
En la campaña del año 2000, hubo estaciones que superaron centenares de veces el límite de protección de la salud, como las de Morella (354) y Coratxar (300). Otras localidades superaron la barrera más de cien veces: Zorita (128), Onda (115), San Jordi (110) y Vilafranca (102). Con más de 20 ocasiones están Oliver (62), Penyeta (40), Gandia (30) y Puerto de Sagunto (58).
Este año, la situación no es mejor, sobre todo a lo largo de los últimos días, en los que el calor ha disparado las concentraciones de ozono. En las regiones industrializadas y densamente pobladas, el tráfico y otras actividades contaminantes originan grandes cantidades de óxidos de nitrógeno e hidrocarburos. Si a estas sustancias, denominadas precursores de ozono, le acompañan ausencia de viento y una fuerte radiación solar, se refuerza considerablemente la formación del mismo en superficie. En las ciudades el ozono puede degradarse más fácilmente al volver a intervenir en otras reacciones, pero según Millán en las zonas rurales, sobre todo en la franja que dista entre 30 y 60 kilómetros de la costa, excede los límites cada vez que suben las temperaturas.
En estos casos poco se puede hacer. '¿Qué quieren que hagamos? ¿que recomendemos a los ancianos de los pueblos que no salgan a jugar al fútbol a mediodía en pleno agosto?', bromea Millán. Y ya que el sol y los vientos son difíciles de dirigir, la solución sólo pasa por reducir las actividades que producen la contaminación.
El jueves, las estaciones de Morella, Sant Jordi y Vilafranca superaron a lo largo de todo el día y por enésima vez el límite de 120 microgramos de ozono. Y la última de las poblaciones rebasó, con 185 microgramos entre las seis y las ocho de la tarde, el umbral de información a la población. Otras poblaciones obtuvieron medias horarias muy elevadas, como Zorita (165), Sant Jordi (165), Onda (162), Penyeta (157), Morella (152), Alcoy (152), Gandia (151), Puerto de Sagunto (142) o Elda (136). Entre las grandes ciudades, en la zona de Nuevo Centro de Valencia se llegó a 122 microgramos, en Elche a 138, en la Ermita de Castellón a 134 y en la estación de Renfe de Alicante a 108.
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