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RESIDUOS

Medio Ambiente construirá una planta para reciclar anualmente 200.000 ordenadores fuera de uso

La Consejería de Medio Ambiente está elaborando un plan de tramiento de ordenadores fuera de uso que prevé la construcción el año próximo de una planta capaz de reciclar hasta 200.000 aparatos cada año. El consejero Fernando Modrego presentó ayer, en compañía de José Pérez Lillo, director general de la empresa pública medioambiental Vaersa, un novedoso plan para dar solución a los ordenadores domésticos que paulatinamente son desahuciados por quedarse anticuados respecto al avance de nuevas tecnologías y prestaciones. En total, se calcula que el parque informático de la Comunidad Valenciana es de 1,2 millones de ordenadores, que se renuevan por nuevos equipos cada cinco o seis años, por lo que la consejería estima que se podrían reciclar alrededor de 200.000 aparatos al año.

La iniciativa ya ha contado con una experiencia piloto, realizada en la Planta de Tratamiento de Residuos de Mercurio, ubicada en la localidad de Buñol, en la que se han desmontado 30 equipos para evaluar el contenido de los distintos materiales así como el tiempo necesario para tratar cada ordenador y la viabilidad económica de la recuperación de cada material. De este primer despiece se ha llegado a la conclusión de que el 3% son cables eléctricos, el 4% conectores, el 1% aluminio, el 23% vidrio, el 18% plásticos, el 27% chatarra y sólo un 0,03% pilas. Además, hay placas de circuitos impresos (6%), componentes internos como disqueteras (8%) y fuentes de alimentación (9%).

Las primeras conclusiones, acordes a este análisis son optimistas, ya que se espera que se pueda reciclar hasta el 99% de los componentes de los ordenadores. Muy importante si se tiene en cuenta que los ordenadores tienen metales que, según Modrego, 'deben ser correctamente gestionados y reciclados debido a los problemas medioambientales que pueden generar'. En concreto, destaca la presencia de residuos peligrosos, como cromo, níquel, cadmio, mercurio, plomo, cobalto y molibdeno, así como pequeñas cantidades de otros metales valiosos, como oro, plata, platino y paladio. Ahora, la consejería espera ampliar la experiencia al tratamiento de otros 300 equipos, que a una media de 20 kilos, suponen seis toneladas de residuos, cifra que permitirá evaluar mejor los procesos necesarios (tiempos de desmontaje, ingresos posibles, coste de la operación) para implantar el plan.

Aunque todavía no se ha decidio dónde se ubicará la planta ni si será de capital público o privado (se sabrá cuando se evalúe la rentabilidad económica del proyecto), Pérez Lillo apuntó a que sería suficiente una pequeña instalación de despiece de sistemas informáticos en la que trabajen alrededor de siete personas.

'Nos estamos adelantando a la aplicación de las directricas europeas que en este momento se están elaborando', aseguró el consejero, quien calificó la experiencia de pionera en España.

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