El Mallorca jugará la Liga de Campeones
Los isleños vencen al Rayo y se aseguran su participación en la máxima competición europea
El Mallorca remató ayer su espectaculaer temporada, se colocó tercero en la clasificación y se clasificó para la próxima Liga de Campeones, un objetivo que ni los más optimistas se planteaban al inicio de la Liga, pero que está a tiro de piedra. El equipo de Luis Aragonés ha metido en un verdadero lío al Barcelona y al Valencia con un sprint final endiablado, que le convierte, a falta de tan sólo dos jornadas del cierre, en uno de los privilegiados, amén de dejar sólo una plaza libre para la máxima competición continental.
El Rayo pasó por Son Moix como invitado de piedra de la fiesta rojilla. En el primer minuto ya perdía y se fue al descanso con 3-0 en el marcador. El camerunés Eto'o y el nigeriano Finidi retrataron la endeblez de la zaga rayista, formada por un eje central inédito, Quevedo y Ferreira, que dio tantas facilidades que el equipo de Juande Ramos pudo retirarse en la primera parte con una goleada mucho más amplia.
MALLORCA 4|RAYO 0
Real Mallorca: Miki; Olaizola, Fernando Niño, Nadal, Miquel Soler; Novo, Engonga (Armando, m. 66), Francisco Soler, Carreras (Riera, m. 57); Eto'o y Finidi (Biagini, m. 50). Rayo Vallecano: Keller; Alcázar, Quevedo, Ferreira, Mingo; Glaucio (Clotet, m. 46), Poschner (Dani Bouzas, m. 83), Iván Iglesias, Michel, Setvalls (Luis Cembranos, m. 46); y Bolo. Goles: 1-0. M. 1. Eto'o. 2-0. M. 35. Finidi. 3-0. M. 37. Eto'o. 4-0. M. 90. Albert Riera. Árbitro: Puentes Leira. Amonestó a Ferreira y Engonga. Unos 18.000 espectadores en Son Moix.
El Rayo pagó caro las ausencias de hombres importantes en su línea defensiva, como Ballesteros, De Quintana o Mauro. La superioridad isleña fue total y absoluta de principio a fin. El Mallorca jugó a placer toda la tarde y nadie se acordó de las lesiones de los metas argentinos Mono Burgos y Leo Franco. El joven Miki resolvió con acierto todo lo que llegó a su portería, que no fue mucho, aplazando el debate de quién debe situarse bajo los palos.
El Mallorca está, ahora, en una nube, una situación impensable hace bien poco tiempo, en lo que supone un enorme salto cualitativo en la historia del club. A la hora de elegir culpales, es inevitable referirse a Luis Aragonés, que ni siquiera sabe si seguirá en el banquillo la próxima temporada. Ni él ni la directiva mueven ficha a la espera de acontecimientos. Pero ni siquiera este detalle enturbia la dicha de un equipo en estado de gracia desde hace varias jornadas.
Ya en los vestuarios, Luis Aragonés dijo lo que cualquier espectador sabe de un tiempo a esta parte, que su equipo está en un estado de forma 'sensacional', y que no tiene miedo a perder. 'Por todo ello el Mallorca es hoy un enemigo difícil de batir para cualquiera', subrayó.
Y más para un Rayo que se ha desinflado de manera espectacular y que se ha complicado la vida con su lacrimógena racha. Lógica resulta la preocupación de su técnico, Juande Ramos, por su parte, que ha visto cómo el equipo se ha colocado a sólo cuatro puntos de los puestos de descenso. Una victoria le basta al Rayo para despreocuparse, pero el próximo visitante de Vallecas es el Numancia, otro equipo que se lo juega todo en ese partido.
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