El Barça roza el siniestro total

La triunfal verbena del Madrid se le indigestó a su eterno enemigo, el Barça, que dio el petardazo de la jornada. Los azulgrana se atragantaron en el Camp Nou con el Oviedo (0-1), hasta ayer el segundo peor equipo de la Liga como visitante, sólo superado por el colista, el Racing. El monumental pinchazo deja a los de Rexach a un peldaño de la UEFA, es decir, marginados de la Liga de Campeones. Un varapalo que puede consumarse la próxima jornada -dentro de quince días, por la interrupción del España-Bosnia del sábado-, si el Valencia, que alivió su penuria de Milán con un empate en El Sardinero, gana en Mestalla al Deportivo, que ayer se aseguró un asiento en la Champions pese a su patinazo con el Valladolid (1-2).

Frente al equipo de Antic el Barça exhibió de golpe todos los defectos que le han condenado esta temporada: un fútbol pálido e impreciso, derivado del desorden táctico y, muy probablemente, del estado de agitación permanente que vive la entidad, convulsionada un día sí y otro también por el verbo facilón de alguno de los ochenta y tantos coristas que rodean al presidente. Quedar fuera de la Liga de Campeones complicaría sobremanera el futuro de la institución, y no sólo por la multimillonaria rebaja de ingresos que ello supondría. El rutilante torneo europeo es el mejor escaparate posible para los grandes cracks, muy reticentes la mayoría a enrolarse en aquellos clubes que se quedan descolgados.

Quien se ha subido, y de qué forma, al carro de la Champions, ha sido el Mallorca, que ya tiene plaza segura tras zurrar ayer al Rayo (4-0). Toda una gesta para Luis y sus chicos, que han sellado una temporada fabulosa. Hasta pueden presumir de haber sido el único equipo que ha ganado al campeón en Chamartín.

Resueltos tres de los cuatro puestos para la Liga de Campeones, el enredo permanece entre los aspirantes a la UEFA. Celta, Villarreal -vencedor sobre Osasuna- y Málaga -que puso patas arriba San Mamés (1-3)- pelean por una plaza.

En la zona de descenso se ha abierto un boquete considerable. La jornada deja heridos a Racing, Osasuna y Numancia, que tienen a cuatro puntos a un trío formado por el Oviedo, el Rayo Vallecano y la Real Sociedad. Un abismo a falta de sólo dos jornadas para bajar el telón a una Liga que ha devuelto la gloria doméstica al Real Madrid, está a punto de condenar al Barcelona y definitivamente ha enquistado al Mallorca en la alta sociedad.