Último intento para descabalgar a los promotores de la unión

La unión de El Monte y Caja San Fernando nunca ha contado con la aquiescencia de la Junta de Andalucía, que atribuye la operación al interés de los presidentes, Isidoro Beneroso y Juan Manuel López Benjumea, por mantenerse en los cargos. A pesar de ese rechazo y del de la ejecutiva regional del PSOE, los presidentes consiguieron en el último año aglutinar en torno a su proyecto a sectores económicos y sociales de Sevilla, Huelva y Cádiz (donde copan un tercio del negocio), incluidas las agrupaciones locales socialistas.

Esos apoyos forzaron al PSOE a aceptar la unión y a admitir el camino de las 'fusiones parciales' para alcanzar, en un futuro, la gran caja andaluza. Pero las últimas declaraciones del presidente de la Junta, Manuel Chaves, y los hechos de las dos últimas semanas también dejan claro que no cederá a la pretensión de Beneroso y López Benjumea de mantener el cargo durante un periodo excepcional de dos años mientras se consolida AlCaja, la nueva entidad.

Esta complicada posición ha llevado a los mismos consejeros socialistas que dieron su voto para aprobar el proyecto de fusión, el pasado 14 de mayo, a intentar ahora hacer valer su peso en los consejos (en torno a un tercio del total) para desbloquear el proceso de renovación de cargos iniciado hace dos meses, que El Monte y San Fernando habían suspendido con la aprobación de la unión.

Periodo excepcional

La nueva Ley de Cajas andaluza prevé seis meses para que las entidades renueven sus órganos de gobierno. Con la aprobación del proyecto, los presidentes pararon estas elecciones internas -que debía concluir en septiembre-, amparados en que la misma ley establece un periodo excepcional para estas operaciones.

Si los consejeros socialistas consiguen desbloquear la renovación interna o, en último caso, la Junta actúa para 'hacer cumplir la ley', la fusión de El Monte y San Fernando podría seguir adelante sin sus principales promotores, aunque ésta tampoco es una opción fácil; los plazos están muy justos: sin más retrasos, el proceso de renovación puede llegar hasta octubre y la Junta apenas puede estirar su decisión para autorizar la fusión hasta diciembre.

Además, la renovación no supone automáticamente la marcha de Beneroso y López Benjumea: pueden presentarse a un nuevo mandato de cuatro años ante unos órganos de gobierno en los que el PSOE, con la nueva composición que establece la ley, perderá peso. En todo caso, los representantes socialistas seguirán siendo la primera fuerza y la reelección sin el respaldo del primer accionista en los consejos es algo insólito en el sistema financiero en general y en las cajas de ahorro en particular.