El Colegio de México y el jurista Juan Iglesias Santos comparten el Premio Príncipe de Asturias

Un jurado presidido por el ex ministro franquista y actual presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, galardonó ayer con el Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales a una institución cultural que sirvió de amparo y acogida a los intelectuales españoles que tras la última guerra civil optaron por el exilio para huir de la dictadura. El Colegio de México, una institución pública de investigación y educación superior en ciencias sociales y humanidades, se constituyó en 1940 a partir de la experiencia previa de la Casa de España, que había sido creada dos años antes por el presidente mexicano Lázaro Cárdenas para acoger a muchos intelectuales españoles que, como Daniel Cosío Villegas, León Felipe, Luis Recaséns Sitges, José Moreno Villa, José Gaos y otros, buscaron entonces, al otro lado del océano, un espacio de libertad y tolerancia para seguir desarrollando su obra creadora en los ámbitos de la ciencia, la literatura, el pensamiento y el arte.

El jurado tuvo en cuenta esta labor de acogimiento y también la proyección de la cultura española que ha realizado desde entonces el Colegio de México, uno de los más prestigiosos centros académicos de Iberoamérica.

Manuel Fraga afirmó que los intelectuales exiliados de la posguerra, 'más allá de sus ideas políticas, se sintieron obligados a hacer desde su presencia en México una promoción de la cultura española y europea, y un foco de convivencia, que ha sabido sobrevivir a aquella coyuntura, porque hoy sigue siendo una gran institución de docencia e investigación, lo que fue muy fecundo para México y España'.

Otro miembro del jurado, la catedrática de Historia de las Ideas Políticas y Sociales Carmen Iglesias, se refirió a la 'deuda de gratitud' que España y los universitarios españoles tienen con el Colegio de México. En similares términos se expresó Íñigo Cavero, presidente del Consejo de Estado y quien también participó en la decisión.

Hoy el Colegio de México sigue siendo una institución de investigación y docencia dedicada a formar recursos humanos de alto nivel en diversos campos de las ciencias sociales y las humanidades, además de editar libros y revistas sobre asuntos y materias asociados a sus actividades.

Con el Colegio de México comparte la 21ª edición del Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales el eminente romanista Juan Iglesias Santos, nacido en Las Veguillas (Salamanca) en 1917, y que fue calificado por el jurado como 'maestro de generaciones de juristas españoles e hispanoamericanos' y autor de una 'intensa labor de investigación y docencia durante más de sesenta años'.

Dedicación docente

El premio distingue de modo particular 'su dedicación ejemplar a la Universidad, su significativa contribución al conocimiento y a la difusión de los estudios de Derecho Romano y su sólida aportación a la mejor comprensión de los distintos Derechos Civiles españoles', imprimiendo 'en estudiantes y discípulos el amor indeleble al valor supremo de la Justicia'. Catedrático de Derecho Romano en las Universidades de Oviedo, Salamanca, Barcelona y, desde 1953, de la Complutense, de Madrid, Iglesias Santos es académico de número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación y de la Academia de Ciencias Morales y Políticas de Nápoles, presidente de honor de la Sociedad Española de Derecho Romano, miembro de la Société Internationales des Droits de l' Antiquité.

Además, es autor de obras como Derecho Romano. Instituciones de Derecho privado, de gran proyección internacional y Miniaturas histórico-jurídicas. Con su afamado manual Derecho Romano. Historia e instituciones se formaron miles de universitarios de España y de América. Ese magisterio fue destacado ayer por el mercantilista, ex-ministro de Educación y premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 1994 Aurelio Menéndez: 'Es uno de los grandes maestros del Derecho en el siglo XX español, y que ha merecido la admiración y respeto de la generalidad de los juristas, especialmente españoles e hispanoamericanos', dijo.

Juan Iglesias Santos declaró desde su domicilio madrileño que, aunque era un premio deseado, no lo esperaba.