Sanidad acumula 20.000 millones de déficit por los conciertos desde 1995

Los socialistas acusan al Consell de 'falsear' las cuentas de Sanidad 'con premeditación y alevosía'. La documentación confeccionada con las respuestas de la consejería 'pone de manifiesto que año tras año se presupuestan para los conciertos con el sector privado cantidades inferiores a lo liquidado en el ejercicio precedente', señaló el diputado José Camarasa, 'intentan cuadrar las cuentas a base de falsearlas'. Para los socialistas, las consecuencias de esta práctica son 'nefastas', ya que incrementan la deuda y las dificultades de las empresas, porque no cobran a su debido tiempo y además suponen mayor gasto para la Generalitat, que tiene que hacer frente a las demoras. Y todo esto lo paga el sistema público, porque 'el dinero que falta Sanidad lo detrae de las inversiones, con lo que al final provoca la ruina y la descapitalización de la sanidad pública'. El origen del problema está en un defectuoso sistema de financiación del sistema de conciertos, según los socialistas, que obliga a confeccionar cada año unos presupuestos estrechos, a sabiendas de que no se podrán cumplir.

En este sentido, el PSPV señala que para este año Sanidad prevé reducir la facturación con las clínicas privadas que atienden pacientes desviados desde el sistema público, pero ponen de relieve que esa reducción -que tachan de ilusoria- se consigue a base de disminuir las previsiones del número de personas que serán remitidas al sector privado. Un ejemplo de ello es que para 2001, existe un presupuesto aprobado para conciertos de 14.823 millones de pesetas, es decir, una cifra muy inferior a los 18.578 millones gastados en 2000 para pagar a las empresas y clínicas que conciertan sus servicios con Sanidad. De esta forma, la consejería prevé reducir en 32.000 las exploraciones concertadas con resonancias magnéticas (de 125.345 a 92.899), 2.406 tratamientos con medicina nuclear (de 9.305 a 6.896), 57.234 procesos de rehabilitación en clínicas privadas (de 221.109 a 163.875) o 789.759 servicios de transporte sanitario (de 1.065.268 a 789.759). Lo mismo sucede con la diálisis: frente a las 247.072 sesiones practicadas en 2000 las estimaciones para 2001 son de 183.118. '¿Alguien se cree que este año se han de hacer 63.954 diálisis menos que el año pasado?', se preguntan los socialistas.

Entre los propósitos de reducción de actividad se prevé, incluso, reducir a cero las interrupciones de embarazo en clínicas concertadas, lo que plantea un grave problema. La aplastante mayoría de los abortos se realizan en clínicas privadas ante la objeción de conciencia que plantean la mayoría de los médicos de los hospitales públicos, por lo que la previsión de Sanidad es prácticamente inviable.

La diálisis, la oncología, la oxigenoterapia, las pruebas de resonancia magnética y el transporte suponen el grueso de la facturación -el año pasado sumaron más de 16.000 millones, de un total de 18.578- que la sanidad privada carga cada año al sistema público. Por áreas de actividad, la especialidad que registra mayor volumen es la prestación de oxigenoterapia, con 5,3 millones el año pasado, seguida del transporte (1.065.268 servicios), la diálisis (247.072), la rehabilitación (221.109), la oncología (141.190) y la resonancia magnética (125.345 diagnósticos).

Los socialistas apuntan que ni la propia consejería se toma en serio las previsiones de reducción de actividad que plantea. Y para ello se apoyan en un dato. La Generalitat fijó en los presupuestos de 2001 una previsión de gasto en conciertos con la sanidad privada de 14.823 millones de pesetas. Sin embargo, cuando los socialistas le preguntaron en marzo al consejero Serafín Castellano cuánto iban a costar los conciertos este año respondió que ascenderían a 17.439 millones, de acuerdo con el coste de la actividad prevista. De esta forma, se parte de un déficit de 2.616 millones de pesetas, que probablemente se superará con creces, hasta rebasar los 4.935 millones del año 2000 y que se sumará al de los años anteriores. Entre 1996 y 2000, los socialistas denuncian que los déficits acumulados ascienden a 21.200 millones de pesetas, una cifra que sube a 23.824 millones si se incluye la diferencia entre lo que se espera gastar por encima de lo presupuestado este año.