La UE quiere multar a España por sus insalubres aguas de baño interiores

Una directiva de 1976 marca el tipo de controles que los Estados deben hacer de sus ríos y lagunas. El Ejecutivo de Bruselas denunció a España por considerar que no la cumplía y, en febrero de 1998, el Tribunal de Luxemburgo le dio la razón. El pasado año, la Comisión Europea inició un nuevo procedimiento de infracción por considerar que España no había atendido a aquella sentencia y ahora se plantea retomar el asunto imponiendo, quizá, una multa cuantiosa.

La multa 'puede ser alta', explicó Wallström, 'porque las sanciones dependen de la gravedad de los hechos y de su duración en el tiempo'. Lo que es seguro es que este asunto, que ya obtuvo una sentencia contra España hace tres años, se tratará mañana en el colegio de comisarios que preside Romano Prodi.

El Gobierno español se defendió ayer asegurando que en España se analiza un número muy elevado de zonas de baño (202 para este informe), muy superior al de otros países, y que las sequías españolas sitúan a nuestro país en desventaja, pues muchos de los problemas de contaminación vienen derivados de esta circunstancia.

A pesar de todo, Wallström destacó la imparable mejora de la calidad de las aguas de baño en toda Europa, incluida España. 'Desde que hacemos estas evaluaciones, hace 18 años, los Estados han invertido mucho dinero en este asunto. Han hecho grandes esfuerzos'.

En términos generales, Bruselas considera más que aceptable la calidad de las aguas del litoral. Quizá también porque, como explicó un técnico de la Comisión Europea, las bacterias viven más en las aguas dulces que en las saladas. En 1992, cuando se hizo la primera evaluación, el 85% de las aguas de baño de litoral eran de buena calidad. Ahora son ya el 97%. Las aguas interiores han pasado del 50% al 94%.

Las aguas españolas del litoral obtienen una buena situación con un 98,1% de puntos de buena calidad del total de los 1.633 analizados el año pasado. Las costas del País Vasco y de la Comunidad Valenciana acumulan la mayor parte de los puntos negros (31 en total) y destacan por su limpieza las costas gallegas, asturianas, andaluzas y canarias.

Para las aguas interiores, la Comisión Europea considera que los avances son 'mediocres'. A lo largo de estos 18 años, se ha pasado de un 59,5% de puntos de buena calidad en 1992 al 79,2% actual de las 202 zonas de baño analizadas. La opinión del Ejecutivo de Bruselas se debe al hecho de que en los últimos años no ha habido apenas avances y se sigue muy detrás de la media europea, en el furgón de cola junto con Portugal (78,4%).

La mayor acumulación de puntos negros se hallan en la comunidad de Madrid y parte de Extremadura, donde se registran 11 lugares no aconsejables de los 60 no aptos.