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Multa de hasta 50.000 pesetas a quien toque el tambor en la calle

Antonio Jiménez Barca

La Policía Municipal podrá imponer una multa de hasta 50.000 pesetas a los músicos ambulantes que utilicen amplificadores, instrumentos de percusión o tambores, o que interpreten sus temas más tarde de la medianoche. El concejal de Medio Ambiente, Adriano García-Loygorri, aprobará la alegación presentada por un grupo de vecinos del centro de la ciudad, apoyada por la edil socialista Cristina Narbona, en la que se reclamaba que los agentes municipales persiguieran con más celo el ruido de los músicos callejeros. Así será. El próximo pleno aprobará definitivamente la Ordenanza de Ruido, que incluirá esa alegación.

Hasta ahora, el Ayuntamiento no poseía armas legales efectivas para sancionar este tipo de actividades, según denunció un grupo de vecinos de los alrededores de la Plaza Mayor, que criticaban que no podían dormir por el ruido que los músicos callejeros hacían en esta parte turística de la ciudad. La nueva ordenanza estipula que 'no se permitirán en la vía pública las actuaciones musicales y vocalistas que utilicen o dispongan de equipos de reproducción o amplificación sonora o instrumentos de percusión. Quedan excluidos los actos autorizados por el Ayuntamiento'. Asimismo, no se permitirá ninguna actuación 'después de las 00.00 horas'.

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De entre las 20 alegaciones aceptadas por el concejal de Medio Ambiente hay una destacable, presentada por IU, que afecta a los edificios nuevos. Según proponía el texto original del PP, los constructores de inmuebles o los promotores de rehabilitaciones integrales de edificios cuya fachada dé a la vía del tren estaban obligados a insonorizar las casas, mediante pantallas u otros elementos. El grupo municipal de IU propuso que esta medida se extendiera también a casas cuya facha dé a vías rápidas de tránsito rodado: 'En las edificaciones de nueva planta que se construyan sobre parcelas que colinden con vías de transporte rápido (vías rápidas o vías ferroviarias) o su zona de afectación, se interpondrá, si ello fuera preciso, en el límite de la parcela con los terrenos de la vía, una pantalla acústica y cerramientos que impidan que los niveles sonoros transmitidos por el funcionamiento de la vía superen los admitidos'. Los técnicos municipales de medio Ambiente la han aceptado.

Otra de las propuestas aceptadas por la concejalía de Medio Ambiente recorta el horario de recogida de los contenedores de vidrio. Esta operación, aunque no dura más de 15 minutos, es particularmente ruidosa. A instancias de diversos colectivos ciudadanos, se ha aprobado lo siguiente: 'Los contenedores de vidrio/cristal ubicados en zonas residenciales se instalarán, preferentemente, en lugares en los que sea compatible la eficacia con la reducción de molestias a los vecinos. Su recogida se realizará, siempre, en días laborables entre las 9.00 y las 21.00 horas'.

Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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