Los pilotos militares pagarán más del 50% de su formación si se van antes de 7 años

Los pilotos que quieran dejar las Fuerzas Armadas antes de cumplir los 10 años de permanencia que les exige la ley deberán indemnizar al Estado con el coste de su formación, que el Ejército del Aire cifra entre 118 millones de pesetas, para los pilotos de helicóptero, y casi 200 millones para los de caza y ataque.

Los años de servicio ya prestados a las Fuerzas Armadas supondrán una rebaja en la cantidad a abonar, pero, según la orden ministerial publicada el pasado día 10 en el BOE, la reducción será progresiva, de forma que sólo supondrá el 6% en los dos primeros años de carrera. Habrá que esperar a tener cumplidos siete años para abonar menos del 50% del coste.

Según la misma orden, al importe de la formación general habrá que sumar los de los cursos de perfeccionamiento, que se actualizarán con carácter anual. Los militares de carrera y soldados permanentes que deseen abandonar las Fuerzas Armadas deberán presentar un preaviso con seis meses de antelación y su marcha no será efectiva hasta que ingresen la indemnización.

Más de 240 pilotos, sobre una plantilla total de 800, han dejado el Ejército del Aire en los últimos cuatro años. En torno al 60% de los oficiales de la escala superior se han marchado a compañías aéreas comerciales, donde perciben retribuciones mucho mejores. Pese a ello, el ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa aseguró ayer en el Senado que 'no existe una desbandada' de pilotos militares.

Sí reconoció, en respuesta al senador socialista José Castro, que se plantea un problema con los comandantes, ya que la mayoría no ocupa destinos de vuelo, por lo que se da la paradoja de que ganan menos dinero que cuando eran capitanes, a una edad a la que suelen tener más cargas familiares y económicas.

Prima de 18 millones

Para paliar esta situación, el Ejército del Aire ha propuesto que, una vez superados los 10 años de servicio obligatorio -12 para tener derecho a excedencia- los pilotos perciban una compensación de 100.000 pesetas mensuales a cambio de prorrogar su permanencia en filas.

Esta prima se cobraría de una sola vez al cumplir los primeros cinco años y volvería a repetirse al cumplir los 10 y a los 15, de forma que recibirían un total de 18 millones durante el tiempo que se tarda normalmente en ascender de comandante a coronel.

El Ministerio de Defensa está estudiando esta propuesta en el marco del nuevo reglamento de retribuciones militares, que debe entrar en vigor el próximo 1 de julio. Los principales problemas derivan de la necesidad de evitar agravios con otros colectivos de las Fuerzas Armadas y de encontrar un tratamiento fiscal que no merme sustancialmente el monto de la compensación. Trillo-Figueroa se ha referido a esta fórmula como un 'fondo de pensiones' o una 'capitalización' del sueldo.

Fuentes del Ejército del Aire alegan que estas primas no igualan las retribuciones de los pilotos comerciales, pero sirven al menos para aminorar el desfase y afrontar problemas como la compra de vivienda, ya que la mayoría se ven obligados a cambiar de localidad al ascender.

El Ministerio de Defensa pretende combinar el establecimiento de incentivos económicos para quienes continúen en el Ejército con el de indeminizaciones disuasorias para los que quieran marcharse antes de lo previsto.

Aunque la orden ministerial publicada en el BOE sólo recoge los criterios para establecer las indemnizaciones y no las cantidades que deberán abonar los pilotos, de su texto se deduce que éstas serán multimillonarias, pues incluye, dentro del coste de la hora de vuelo, el combustible, la munición o el mantenimiento de los aviones de enseñanza.