_
_
_
_

El fraude, la violencia y las irregularidades dominan las elecciones en Filipinas

El fraude, la violencia y la suspensión de las votaciones en varias localidades dominaron la jornada electoral de ayer en Filipinas, cuyos resultados oficiales no se conocerán antes de junio próximo. El 85% de los más de 34 millones de filipinos con derecho a voto acudió a las urnas para elegir a 262 diputados, 13 de los 24 integrantes del Senado y más de 17.000 cargos locales.

Los comicios, que mostrarán si el pueblo filipino considera legítimo el Gobierno de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo -llegada al poder en enero tras una revuelta apoyada por la Iglesia católica, el Ejército y las clases acomodadas-, se han convertido en los más violentos de la historia democrática de Filipinas. Según fuentes oficiales, 79 personas han muerto durante la campaña.

Más información
La presidenta filipina visita a Estrada en la cárcel por consejo de la Iglesia
La revuelta de los desheredados para rescatar a su Robin Hood
Una heredera nacida para gobernar
La presidenta filipina anuncia una 'transición tranquila' y una renovación moral del Gobierno
Joseph Estrada, ex presidente filipino, encarcelado por saqueo de las arcas públicas

A la violencia se sumaron la compra de votos y las incómodas circunstancias en que los filipinos acudieron a las urnas. Los votantes pueden ser observados por quienes se encuentran en la sala y deben escribir de su puño y letra el nombre de sus candidatos favoritos. El recuento se presenta largo y tedioso, ya que es necesario descifrar los nombres escritos debido a la dificultad de muchos filipinos para escribir correctamente.

En este ambiente, las principales formaciones políticas, la gubernamental Coalición del Poder Popular y el opositor Partido de la Fuerza de las Masas, liderado por el ex presidente Joseph Estrada -en prisión-, se han culpado mutuamente de fraude. Como es tradicional, la participación fue muy alta, teniendo en cuenta los sobornos que practican a menudo los candidatos. Aunque pocos lo reconocen, un voto cuesta unos 300 pesos (seis dólares, casi 1.200 pesetas) si se trata de un barrio pobre y está en juego un cargo local.

El ex presidente Joseph Estrada vota en un hospital militar de Manila.
El ex presidente Joseph Estrada vota en un hospital militar de Manila.REUTERS
Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_