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Joseph Estrada, ex presidente filipino, encarcelado por saqueo de las arcas públicas

2.000 seguidores defendieron al ex presidente

Los cuerpos de seguridad filipinos desplegaron en la operación a unos 6.000 hombres, además de varios helicópteros para evitar incidentes. Más de un centenar de policías y marines, encabezados por el jefe del cuerpo, Leandro Mendoza, y otra veintena de generales rodearon el hogar de Estrada, que no opuso resistencia. 'Esto es una injusticia y no le abandonaremos', clamaba uno de sus partidarios, el ex soldado Pedro Papua, de 43 años. 'Vamos a defenderle y rezaremos por él', declaraba Myra Matundi, que se había desplazado junto a su hijo para apoyar a Erap, apodo popular con el que se conoce al ex presidente desde sus tiempos de actor.

En una furgoneta negra, acompañado de su esposa, Luisa Ejército Estrada, y escoltado por cientos de agentes, el ex mandatario fue conducido al cuartel general de la policía, donde a él y a su hijo, que ha sido detenido por los mismos cargos, se les hizo la ficha policial. Toda la nación pudo comprobar en directo cómo Estrada, ojeroso y decaído, imprimía sus huellas dactilares en la ficha ante las cámaras de televisión.

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En sus primeras declaraciones tras el arresto, hechas a la cadena estadounidense CNN, Estrada defendió su inocencia. 'Mi detención tiene motivaciones políticas y las elecciones se acercan', dijo en referencia a los comicios legislativos y locales del 14 de mayo. Señaló también que sus abogados solicitarán el arresto domiciliario. El presidente del Tribunal Anticorrupción, Francis Garchitorena, que dictó la orden de detención contra Estrada, aseguró que el ex gobernante pasará al menos dos noches en las dependencias de la sede de la policía antes de ser trasladado a una prisión. Garchitorena no es partidario de otorgar al detenido la libertad bajo fianza debido a la gravedad de las acusaciones, pero ha matizado que si las pruebas no son concluyentes podría estudiarse la petición de sus abogados.

Desde su celda de 5,5 por 3,5 metros, Estrada clamó: 'Esto es una violación de mis derechos básicos'. Y denunció una supuesta conspiración política contra él. 'Todo esto es obra de mis rivales, del ex presidente Fidel Ramos y de los empresarios de Makati [distrito financiero de Manila], que controlan los medios de comunicación, pero yo sigo teniendo futuro político'.

Además reiteró las críticas al nuevo Gobierno, al que tachó de ilegítimo. 'Es la ley de la turba. Abandoné mi cargo porque 400.000 personas se manifestaron contra mí cuando 11 millones de filipinos me votaron en las elecciones de 1998'. Gloria Macapagal Arroyo, que sustituyó a Estrada como presidenta tras la revuelta popular del pasado 20 de enero, desmintió las motivaciones políticas de la detención, que es 'una cuestión de justicia', según ella. 'La política no es ni ha sido nunca la manzana de la discordia en este asunto', señaló Arroyo.

La ascensión al poder de Joseph Estrada, donjuán confeso y amante del whisky, fue un auténtico fenómeno político en junio de 1998, cuando fue elegido el decimotercer presidente de la nación con una mayoría sin precedentes en la historia de Filipinas. 'Ésta será la mejor actuación de mi vida', señaló entonces, enfureciendo a la élite política y la Iglesia católica, que habían hecho campaña en su contra. Estrada es el último de una serie de presidentes acusados de corrupción, y el primer ex jefe de Estado encarcelado en el país.

Un furgón policial transportó ayer al ex presidente Joseph Estrada, detenido por saquear las arcas públicas de Filipinas.
Un furgón policial transportó ayer al ex presidente Joseph Estrada, detenido por saquear las arcas públicas de Filipinas.EPA

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