El 13-M en diez ciudades clave de Euskadi

Las tres capitales vascas, cuatro localidades vizcaínas, dos poblaciones guipuzcoanas y un enclave alavés conforman todas juntas un retrato bastante certero de la pluralidad de Euskadi. Entre las diez, suman el 48,6% del censo electoral de este 13 de mayo; 866.715 vascos cuya decisión ha marcado el ascenso de los partidos nacionalistas, ha desoído a populares y socialistas y ha castigado al entorno de los violentos.

- Vitoria. Jaime Mayor Oreja tiene un modelo: el de Vitoria. La capital vasca es, desde junio de 1999, territorio popular. Sin embargo, en esta ocasión algo les ha fallado a los populares. El PP ha perdido cuatro puntos porcentuales de votos de los que tenía en las anteriores elecciones autonómicas, aunque sigue siendo la fuerza más votada. Por el contrario, el PNV ha obtenido 6 puntos más que hace tres años. El PSE también ha ascendido, 4 puntos más aproximadamente. EH baja a la mitad.

Vitoria fue la puerta de entrada del PP en el País Vasco, con un ascenso progresivo hasta que en las elecciones municipales de 1999 se encontró con un alcalde sorprendente, Alfonso Alonso, un recién llegado, que contaba con sólo 32 años en el momento de su elección como alcalde. Lo ocurrido entonces fue la confirmación de una tendencia. Porque el PP también había ganado en Vitoria en las autonómicas del año anterior con una mayoría clara: un 29% de los votos, 45.273 sufragios, más del doble de lo que había obtenido en las de 1994.

- San Sebastián. La capital guipuzcoana ha vuelto a apoyar al nacionalismo después de que en las municipales de 1999 PSE y PP alcanzaran la mayoría absoluta en el Ayuntamiento donostiarra. El PNV fue ayer la fuerza más votada y obtuvo 7 puntos más de voto que en las anteriores autonómicas. El PP también subió, aunque levemente (casi un punto), lo mismo que PSE-EE e Izquierda Unida. EH bajó casi un 50% en San Sebastián respecto a los votos que obtuvo en los comicios de 1998.

Con fama de ciudad liberal, las urnas siempre habían registrado una mayoría nacionalista en San Sebastián. Pero este signo cambió en las municipales de 1999, en las que PSE-EE y PP alcanzaron la mayoría absoluta que hoy gobierna a los donostiarras. El vuelco se inició en las elecciones municipales de 1995 -poco después del asesinato de Gregorio Ordoñez- en las que el PP resultó premiado y el PSE siguió creciendo gracias a la figura del alcalde, el socialista Odón Elorza. Esta tendencia se afianzó en las autonómicas de 1998, en las que el Partido Popular alcanzó la primacía con 27.227 votos (25%), mientras el PSE obtenía 18.054 (17%), EH 20.496 (19%), PNV 18.113 (17%), EA 15.248 (14%) e IU 5.745 (5%). Elorza se impuso un año después como alcalde indiscutible, pero PSE y PP obtuvieron ya entonces unos resultados que avalaron la constitución, por vez primera, de un gobierno constitucionalista, sin la presencia de los nacionalistas. Esta decisión fue empujada por PNV-EA que, forzados por el pacto de Lizarra y aún en tregua, se negaron a formar parte del gobierno de concentración (excepto EH) que Elorza proponía.

- Bilbao. El nacionalismo había ido perdiendo peso en las últimas elecciones en la capital vizcaína hasta ayer. El apoyo al PNV le ha hecho llegar a casi un 39% de los votantes (frente al 35,7% de las anteriores autonómicas). El PP ha subido un porcentaje similar, pero se queda nueve puntos por debajo del PNV. Ni los socialistas ni IU han contado con más apoyo en Bilbao del que ya tenían. EH pierde a la mitad de su electorado. En las autonómicas de 1998, el PP se quedó a cuatro puntos y menos de 9.000 votos del PNV, que logró el 30,8% de los votos. El PSE logró hace tres años el 18,12% de sufragios y EH se quedó en el 11,98%. Aunque siempre ha sido una ciudad con representación plural, ahora tiene hasta siete partidos políticos en el Ayuntamiento, uno de ellos del ex alcalde José María Gorordo sólo con representación en la capital vizcaína. Ha sido uno de los primeros municipios vascos en los que surgió la sintonía entre el PP y el PSE, partidos que en esta legislatura han impulsado multitud de propuestas en común en contra del equipo de gobierno nacionalista, en situación de minoría (11 de 29 concejales).

- Lasarte. Es el feudo guipuzcoano del PSE-EE, donde los socialistas han resistido, elección tras elección, al empuje del voto nacionalista en los pueblos colindantes como Hernani, Usurbil, y Andoain, todos ellos gobernados por los independentistas. El único pueblo de Guipúzcoa con mayoría absoluta socialista, está gobernado por Ana Urchueguía, la alcaldesa que logra en las municipales un apoyo personal que no se da a su partido en otros comicios. Ayer, el partido de Urchueguía apenas atrajo a unos pocos votantes más que los que ya tuvo en 1998. Lo mismo le sucedió a IU. El PNV, sin embargo, consiguió más de 6 puntos sobre los que obtuvo en 1998 y el PP unos 3 puntos más, aproximadamente. EH pasó de convencer al 19,9% de la población de Lasarte a quedarse en torno al 10%.

En 1998, con una participación del 70%, el PSE-EE registró 3.476 votos (33%), EH 2.083 (19%), PP 1.853 (17%), PNV 1.365 (13%), EA 958 (9%), e IU 561 (5%). Tras el asesinato del teniente de alcalde, Froilán Elespe, en marzo pasado, Lasarte-Oria es un observatorio sobre el impacto terrorista en las urnas.

- Barakaldo. Tradicional bastión socialista, al igual que el resto de la comarca de la Margen Izquierda, la fuerza más votada ayer en Barakaldo fue el PNV, que subió 3 puntos porcentuales. El PSE, por el contrario, descendió, aunque no muy significativamente y pasó de un 29,4% de votos en 1998 a un poco más del 28% ayer.

Si en las anteriores autonómicas fue significativa la irrupción del PP en 1998, al lograr el 22,65%, en esta ocasión han vuelto a sorprender y a colocarse a un paso de los socialistas con más de un 27% de los votos. IU ha perdido algunos votantes y EH a casi la mitad.

A diferencia de Bilbao, en Barakaldo no hay ninguna sintonía entre populares y socialistas y éstos se han apoyado en el PNV para aprobar los presupuestos municipales de este año.

- Ermua. La cuna de los constitucionalistas desde el asesinato de Miguel Ángel Blanco ha apoyado principalmente al PP, que ha obtenido un 37,2% de los votos (frente al 32,5% de 1998). El PSE ha descendido de un 33,7% que tenía a un 30,9%, a pesar de que el alcalde de Ermua, Carlos Totorika, es el único primer edil socialista vizcaíno con mayoría absoluta. Un porcentaje similar al que ha perdido el PSE ha sido el que ha subido el PNV. Izquierda Unida y EH han visto disminuido el apoyo de los votantes, en mayor medida la formación abertzale.

- Hernani. La localidad donde EH campa por sus respetos desde que, en las elecciones municipales de 1999, en plena tregua de ETA, recuperara la alcaldía al conseguir la mayoría absoluta ha castigado duramente a Euskal Herritarrok y le ha quitado doce puntos porcentuales respecto a los votos que tenía desde 1998. En 1998 EH obtuvo 4.633 votos, el 42%. Ahora no llegan al 30%. El PNV sube 10 puntos, el PP algo más de dos, IU menos de uno y el PSE no se mueve y se queda con un 15,3% de los votos de Hernani.

- Gernika. Símbolo de la historia vasca y en una comarca -la zona de la costa vizcaína- netamente nacionalista, apenas ha notado el cambio evidenciado en Bilbao y otras zonas de Vizcaya. El nacionalismo del PNV es mayoría con más del 62% de los votos. El ascenso que la formación nacionalista consiguió ayer (10 puntos más) es el porcentaje similar que ha descendido EH en la localidad. El resto de formaciones apenas sufren cambios significativos.

- Llodio. Como otras muchas localidades, es más fiel a las personas que a los partidos. El pueblo del lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe, es nacionalista. Ayer dió el 46,7% de los votos al PNV (frente al 40,5% de 1998). El PP subió dos puntos; el PSE, uno, e IU apenas sufrió cambios. Como en el resto de loscalidades, EH perdió votos y pasó del 19,9% que tenía a un 11%.

Llodio es el segundo núcleo más importante en población de Álava (19.000 habitantes), y su voto oscila en función de quién sea el cabeza de cartel. Así, en 1998, en las anteriores elecciones autonómicas, Llodio se volcó con Ibarretxe. Uno de cada tres votantes (4.361) dio su apoyo al PNV. Por detrás, le siguieron EH (2.432), el PP (2.052) y los socialistas (1.903).

En las últimas municipales, sin embargo, los habitantes de Llodio prefirieron la opción de Pablo Gorostiaga, un veterano dirigente de HB. En parte por su carisma entre los habitantes de este pueblo alavés cercano al área metropolitana de Bilbao. Pero también por los propios errores del PNV en la campaña municipal. Allí la coalición con EA no ha funcionado. De hecho, EA participa en el gobierno local con EH, mientras el PNV ha pasado a la oposición.