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Tribuna
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¿Se aprovechan las empresas del cambio de ciclo?

El impacto del enfriamiento de la economía empieza a repercutir en el empleo

Contrariamente a lo que han propugnado diversos dirigentes políticos, como el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, el enfriamiento económico internacional producirá daños al empleo. En los próximos meses se espera una pérdida de unos 2.400 empleos en Cataluña, en parte por crisis propias de diversas industrias y en otros casos por la adaptación empresarial a la nueva coyuntura, menos alegre. Algunos gobiernos, como el francés, han tomado medidas contra las deslocalizaciones (traslados de los centros de producción) y las regulaciones de empleo, que consideran poco justificadas si vienen de empresas que no sufren pérdidas.

En Cataluña, Philips ha planificado un expediente de regulación de empleo en su filial Miniwatt (312 despidos) porque considera que sus trabajadores con contrato indefinido de los fines de semana y festivos ya no son necesarios para fabricar tubos catódicos de televisores. Todos los trabajadores afectados son jóvenes.

En el mismo sector, Sony rescindió temporalmente un millar de empleos en su planta de Viladecavalls por la caída de las ventas de televisores en Europa. La crisis en Sony se relaciona con la necesidad de diversificar su producción.

El problema comienza a afectar a la economía catalana. Hewlett-Packard, en otro tiempo una emblemática firma inversora, ha decidido trasladar su producción de impresoras para pequeños usuarios a otros países, donde será subcontratada, y busca soluciones para su excedente laboral de 172 trabajadores, cuya edad media no supera los 21 años.

El deterioro de pedidos se ha generalizado. En el sector del automóvil, Nissan ha prescindido de 900 empleos temporales una vez atendidas las puntas de producción relacionadas con el nuevo modelo Tino. Volkswagen alertaba sobre los escasos beneficios que Seat aporta al consorcio automovilístico alemán y sobre la pérdida de competitividad de España como destino para la producción de nuevos modelos. Los directivos de Volkswagen dicen que la conflictividad de Seat en un año es superior a la de Volkswagen en Alemania en 10. Otras empresas de diversos sectores acusan la caída de pedidos, por ejemplo Fisipe (la antigua Acordis), que ha regulado 125 empleos.

Y por diferentes motivos, otros expedientes administrativos de regulación de empleo se agolpan en Trabajo. Se trata de crisis empresariales causadas por pérdidas o endeudamientos excesivos, como en el caso de Marks & Spencer, que cierra varios centros en Europa, lo que en el caso de los dos de Barcelona supondrá la pérdida de 70 empleos. Otras crisis se circunscriben al ámbito español, como la de Sintel, que en su deterioro ha arrastrado a su filial catalana y a otras empresas subcontratadas, como ST Redes (80 empleos), y coinciden con algunas genuinamente locales, como la de la empresa textil Puigneró (339 empleos regulados) o Cárnicas González (160 empleos), que han presentado suspensión de pagos y quiebra voluntaria, respectivamente.

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El mal de las vacas locas también ha afectado en Cataluña a 107 trabajadores en 11 regulaciones de empleo de empresas que no han podido aguantar la caída de ventas. Finalmente, las puntocom que operan en Cataluña también viven momentos difíciles ante unas expectativas calificadas de exageradas. El caso paradigmático es Tiscali, que, tras la compra del portal holandés World On Line, reajusta su plantilla.

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