Argentina pide un préstamo para frenar la huelga de futbolistas

El suspiro de alivio sopló como un vendaval que barrió por unos días la inminente quiebra estructural del fútbol argentino. El fin de semana seguramente habrá función y se disputará la jornada del Torneo Clausura que lideran el River y el San Lorenzo a cinco jornadas del final. La asamblea de futbolistas que declaró la huelga 'por tiempo indeterminado' podría suspender la medida de fuerza esta misma tarde si acepta las condiciones de pago de las deudas de los clubes con sus plantillas que ofreció la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). La AFA tomará un crédito internacional para depositar a fin de este mes el 35% de los casi 50 millones de dólares (unos 9.000 millones de pesetas) atrasados y se hace cargo del resto si los clubes no han pagado antes de que comience el torneo Apertura, el 5 de agosto.

El síndrome de abstinencia y el vértigo que produjo la sensación de vacío durante días y semanas sin fútbol provocaron la reacción del Gobierno argentino y la intervención del Ministerio de Trabajo. 'Los hemos convocado para buscar una solución en este conflicto que tiene connotaciones sociales y económicas', reconoció la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, en la apertura de la reunión. Julio Grondona, presidente de la AFA, presentó entonces los términos de la propuesta redactada en un documento que los representantes de los futbolistas llevaron a la Asamblea de capitanes.

La AFA espera conseguir un crédito internacional por 100 millones de dólares (18.500 millones de pesetas) y ofrece como garantías los contratos firmados con las empresas auspiciantes de los torneos que organiza y de la selección Argentina, la petrolera española Repsol, los embotelladores y distribuidores de Coca-Cola y Reebok, fabricante de ropa deportiva, además de recibir los fondos que le corresponde por el Prode (pronósticos deportivos), la quiniela basada en los resultados de la jornada que se relanzó el pasado fin de semana.

Los dirigentes de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) estaban a la vez 'satisfechos y preocupados', porque lograron resolver la gravísima situación económica de jugadores de los equipos de segunda y tercera, que en algunos casos llevaban ocho meses sin cobrar salarios promedio de 500 dólares (40.000 pesetas), pero admiten que 'esto no soluciona los problemas de fondo'. Entre el River y el Boca, los clubes más poderosos del país, deben 20 millones de dólares (3.700 millones de pesetas) a sus plantillas por salarios, primas y premios atrasados.

El conflicto se resolvió al fin porque los futbolistas se mantuvieron unidos contra la opinión de personajes tan influyentes como Maradona, que criticó la huelga 'porque le saca a la gente lo único que le queda'. Según Maradona, 'el reclamo es legítimo pero la gente esta muy golpeada económicamente y el fútbol es su única diversión'. El Gobierno también se miró en el espejo negro del país sin fútbol y en dos días apareció el dinero prometido hace cuatro meses.